El Prado invita a dar "Un paseo botánico" para mirar lo que nunca se ve

El Museo del Prado presenta un recorrido que revela más de 40 especies botánicas en sus obras, destacando su simbolismo y la importancia de observar los detalles ocultos en el arte

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Madrid, 28 oct (EFE).- “Un paseo botánico por el Prado” es la propuesta que ha presentado este lunes la pinacoteca para descubrir más de 40 especies representadas en 26 obras de su colección, desde cuadros y esculturas hasta tapas de mesas, con el objetivo de mirar lo que nunca vemos y aprender a descifrar los mensajes ocultos.

La exposición “nos enseña a mirar cosas que no habíamos visto antes y a descubrir todas las narraciones que incluyen los cuadros”, ha explicado el director adjunto de Conservación del Museo del Prado, Andrés Úbeda.

Ha explicado que las flores, plantas, árboles y arbustos presentes en cientos de cuadros nos mandan mensajes que a veces ni vemos, ni entendemos y que nos hablan de simbología mitológica, religiosa, nobiliaria o costumbrista.

El itinerario propuesto por el jardinero e investigador botánico del arte Eduardo Barba se detiene en obras de Patinir, Fray Angélico, Tiziano, Velázquez, Rubens o Zurbarán, entre otros, y recorre un abanico temporal desde la escultura romana hasta comienzos del siglo XVIII.

Para Barba, comisario del itinerario, se trata de contrarrestar el fenómeno de “la ceguera hacia las plantas, que no las vemos, ni miramos en la vida cotidiana; una ceguera que se multiplica por 100.000 en el caso de las plantas de los cuadros, plantas y flores perfectamente identificables y que tienen una razón de ser y son un personaje más de los cuadros”.

Por ejemplo, Antonio Moro retrata a María Tudor, reina de Inglaterra, con una rosa perfecta que destaca sobre su traje negro. Es la rosa de Boticarios, símbolo de su linaje, los Lancaster.

La Virgen María está representada una y mil veces con azucenas, símbolo de la pureza y virginidad; mientras que, en 'La Bacanal de los Andrios', de Tiziano, uno de los personajes luce una corona de violetas, un remedio contra la resaca, según decían los antiguos griegos.

Rosas, margaritas, caléndulas o pipirigallos, pero también cipreses y pinos piñoneros, hiedras y parras, pintados no solo de forma delicada y decorativa, sino también cargados de intención y simbología que el visitante irá descubriendo en este paseo por El Prado

Barba reconoce que le ha costado mucho escoger sólo 26 obras y que su objetivo es que busquemos las flores en cada cuadro, así sean "hierbajos de los caminos".

Y como prueba de que él ya lo ha hecho, muestra orgulloso en su móvil una tabla de excel infinita en la que ha detallado minuciosamente las plantas representadas en cientos de obras del Prado, incluidas unas minúsculas florecillas a los pies de una de las mujeres en 'El Descendimiento de Van der Weyden'.

"Es hierba de San Benito, que se plantaba en las casas para alejar al diablo", ha detallado. EFE

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