El jurado popular del juicio que arrancó la semana pasada en la Audiencia de Granada contra el acusado de matar de una puñalada, el día de Navidad de 2020, al exmarido de su novia en un domicilio de Purchil (Granada) ha recibido en la mañana de este lunes el objeto del veredicto y ya se ha retirado a deliberar. A partir de ahora los miembros del jurado quedan aislados para las deliberaciones y se volverá a convocar a las partes cuando ya tengan un veredicto.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes del caso después de que en la última sesión del juicio, el pasado jueves, la Fiscalía mantuviera su petición de 20 años de prisión por un delito de asesinato para el acusado, que asestó una puñalada en el corazón a la víctima con una navaja de grandes dimensiones en la mañana del 25 de diciembre.
En la primera sesión del juicio declaró que "no tenía intención de matarlo" y que le agredió para "defender su vida" puesto que presuntamente la víctima le atacó primero con un machete nada más abrir la puerta de la vivienda. Las acusaciones mantienen que fue al revés --que fue el procesado quien agredió primero-- y los peritos forenses que han declarado durante el juicio no han arrojado luz sobre esta cuestión.
Descartaron, de hecho, que se pueda establecer con exactitud qué agresión se produjo primero o si el acusado actuó para defenderse. Esto último es lo que mantiene su defensa, que ejerce el letrado Rafael López Guarnido y ha solicitado que se le aplique la eximente completa de responsabilidad penal por legítima defensa recordando que su cliente también ingresó herido grave a cuenta de las lesiones. A ello suma otras circunstancias atenuantes como drogadicción y embriaguez; además de arrebato y obcecación que pudieron anular sus facultades aquel día.
Las acusaciones particulares ejercidas por los hijos de la víctima --tenía cuatro-- comparten la versión de la Fiscalía y creen que fue un asesinato y no un homicidio imprudente derivado del enfrentamiento. Concretamente, la acusación ejercida por el hijo mayor de edad, que está representado por el letrado Solimán Ahmed, sostiene que el acusado y su pareja discutieron por Whatsapp aquella madrugada por un dinero que presuntamente él le robó a ella del monedero, lo que acabó en insultos y amenazas.
No obstante, afirman que fue al tener conocimiento de que su pareja se encontraba junto al finado cuando decidió desplazarse a la vivienda con la presunta intención de acabar con su vida. Solicitan que sea condenado a 30 años de prisión: 25 por asesinato y cinco años más por amenazas. Será el jurado quien decida sobre todos estos extremos en su veredicto.