Madrid, 28 oct (EFE).- El comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba, investigado por presunto cohecho en el conocido como caso Koldo, ha decidido guardar silencio este lunes ante las preguntas de los senadores sobre su presunta implicación en una trama que se habría lucrado con la venta de mascarillas en pandemia.
Villalba, cesado como agregado de Interior en la embajada de España en Venezuela tras su arresto en el marco de este procedimiento, ha comparecido la tarde de este lunes en la comisión de investigación del Senado sobre este caso, después de que lo hiciese por la mañana el ex director general del instituto armado Leonardo Marcos.
Investigado por cohecho y organización criminal en el caso, Villalba ha comparecido a puerta cerrada y sin que se difunda su imagen tras solicitar esta posibilidad por haber trabajado en la lucha antiterrorista.
Al inicio de su comparecencia, el comandante del instituto armado ha anunciado su decisión de no responder a ninguna de las preguntas de los portavoces debido a que se encuentra inmerso en una investigación judicial.
Tras ser detenido, ha explicado, ya decidió no declarar ante el juez de la Audiencia Nacional que ha investigado el caso, Ismael Moreno, y que le impuso una serie de medidas cautelares, como la prohibición de salida de España y la retirada del pasaporte.
"Me acojo a mi derecho a no declarar; no contestaré a ninguna pregunta", ha aseverado el comandante.
El presidente de la comisión le ha advertido de que su decisión no exime a los portavoces parlamentarios de formularle las preguntas que consideren, pese a que no obtengan respuesta, de modo que ha continuado el turno de cada uno, que le están preguntando lo que estiman oportuno.
Rubén Villalba fue detenido a principios de marzo en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, cuando llevaba encima 4.835 dólares repartidos en 1.724 billetes de entre 1 y 10 dólares, según el sumario de la causa.
Los investigadores creen que recibió entre 2021 y 2023 "pagos en efectivo" de 2.000 euros de manera "recurrente" del presunto comisionista de la trama, Víctor de Aldama, a cambio de asegurar la protección de la presunta organización criminal, y sostienen que llegó a proporcionar "teléfonos en B", seguros, para la trama.
Sobre estas cuestiones le están preguntando los portavoces de los grupos, interesados en conocer el encuentro que presuntamente mantuvo con Koldo García, exasesor del exministro José Luis Ábalos, en la marisquería La Chalana, en Madrid, en octubre del año pasado.
Por qué "facilitaba teléfonos en B" a la trama, por qué aceptaba que le pagasen, presuntamente, hasta 88.000 euros, su relación con otros implicados de la trama como el empresario Aldama, o si influyó en gestiones con otros países han sido algunas de las preguntas que le están formulando. EFE