Macarena Soto
Madrid, 27 oct (EFE).- El 41 Congreso Federal del PSOE de finales de noviembre en Sevilla se prevé en principio tranquilo y Pedro Sánchez será reelegido secretario general ya que es el único candidato para el cargo, pero varios choques internos en federaciones regionales han agitado el tablero cuando apenas falta un mes para el cónclave.
Castilla y León fue el primer frente que se abrió, de modo inesperado, cuando el líder regional socialista, Luis Tudanca, convocó primarias en fechas previas a la celebración del congreso federal, y el último conato se produjo en Cantabria en una pugna interna por la confección de la lista de delegados que acudirán a Sevilla.
Ambos casos están aparentemente encauzados, pero todavía faltan flecos por resolver para que Ferraz pueda acometer el congreso con toda la tranquilidad que espera, ya que sin candidatura alternativa a Sánchez no deberían producirse movimiento relevantes que turbaran el liderazgo del actual líder del partido y presidente del Gobierno.
El primer movimiento se produjo en Castilla y León, donde Tudanca abrio un pulso con la dirección nacional tras aprobar de un calendario de congreso regional que incluía primarias previas al cónclave federal.
Ferraz cuestionó el calendario y la Comisión de Ética y Garantías lo tumbó, ya que los estatutos del partido indican que este proceso ha de celebrarse con posterioridad al congreso federal.
Tras varias semanas con cruce de acusaciones, este martes ambas partes llegaron a un acuerdo para que las primarias se celebren el 1 de febrero, si es que hay más de un candidato, y el congreso autonómico, los días 22 y 23 en Palencia.
En Madrid, donde Ferraz suele tener un mayor poder de influencia que en otras federaciones, el actual secretario general, Juan Lobato, no tiene aún rivales para unas posibles primarias tras el congreso federal.
Pero hay voces críticas con su gestión, sobre todo en alcaldías del sur de la región, como el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, su último contendiente en las de 2021, quien le ha espetado "no ser lo suficiente de izquierdas".
Lobato, señalado por Ferraz después de su apoyo público a Tudanca junto a sus opiniones críticas en temas como la ley de amnistía o la financiación catalana, tiene que liderar ahora la oposición de su partido en la Asamblea de Madrid por la ofensiva del PP contra Sánchez, y su mujer, Begoña Gómez, que serán convocados a una comisión de investigación.
Por ello el PSOE-M descarta grandes turbulencias de aquí a Sevilla, aunque dan por hecho que a Lobato le saldrán rivales como el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, o la concejala en el Ayuntamiento de la capital, Enma López.
Tanto la federación socialista de Aragón como la de La Rioja elegirán tras Sevilla a los sucesores de sus secretarios generales, Javier Lambán, y Concha Andreu, respectivamente, que ya han anunciado que no seguirán.
De cara al congreso federal, en Aragón sus líderes provinciales encabezarán las delegaciones que acudirán a Sevilla con división entre provincias. La oscense se ha alineado con Pedro Sánchez y las de Zaragoza y Teruel son afines a Lambán, uno de los más críticos con el modo que en Sánchez busca apoyo en los independentistas.
El congreso regional se espera como un pulso entre los fieles al expresidente aragonés y los socialistas de Huesca, que respaldan a la ministra aragonesa Pilar Alegría como posible candidata de Ferraz.
En La Rioja, los socialistas también elegirán al sucesor de Andreu en un congreso del 15 al 16 de febrero. Ya ha anunciado su intención de presentarse a la Secretaría General el actual alcalde de Arnedo y portavoz socialista en el Parlamento regional, Javier García. De momento, no se conocen más posibles candidatos.
Los críticos en Andalucía empiezan a organizarse. Lo que ha sido apenas incipiente desde las primarias de 2021, en las que llegó al poder Juan Espadas auspiciado por Ferraz, se ha convertido en un movimiento de oposición interna a la actual dirección andaluza.
Este movimiento, que en un primer momento era muy disperso y obedecía a los seguidores de la exsecretaria general Susana Díaz, ha empezado a tomar cuerpo y se ha unido en las llamadas 'Bases Andaluzas Socialistas'. Han anunciado que presentarán una candidatura alternativa (sin dar ningún nombre) a la ya de Espadas, que quiere seguir al frente de los socialistas andaluces.
Le apoyan ocho secretarios provinciales y él insiste en que los críticos no tienen representación y que desde su llegada a la Secretaría General ha contado con todas las sensibilidades de la formación en Andalucía.
El último episodio problemático saltó el pasado domingo, en Cantabria, con una votación de las listas de los delegados que acudirán a Sevilla que dejó a la formación dividida en dos.
La votación, que ganó por dos votos la lista encabezada por la alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, alternativa al secretario general, Pablo Zuloaga, fue impugnada por este último. La Comisión de Garantías cántabra ha apoyado al secretario general, pero será la comisión federal la que tome una última decisión en firme. EFE
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