Christian Afonso
Las Palmas de Gran Canaria, 26 oct (EFE).- El mar y la figura femenina centran la primera exposición de Patricia Yurena, quien fuera Miss España en 2008 y primera finalista de Miss Universo 2013, en su faceta de artista visual. Este sábado la inaugura en el Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC) de Lanzarote, con el fin de invitar al visitante a que reflexione sobre sus orígenes.
El espacio museístico del Castillo de San José de Arrecife supondrá la puesta de largo de Patricia Yurena, que ha dejado aparcada como prioridad su trayectoria de modelo profesional para centrarse en lo que, en un principio, creyó un 'hobby' terapéutico, pero se dio cuenta de que podía proyectarlo como una profesión, confiesa en conversación con EFE.
Con su estreno en las artes visuales a través de 'Azul: el mar y la mujer en perspectiva' quiere "llevar al visitante al corazón de lo que es el mismo océano", transmitiendo con su obra la idea de sostenibilidad y del mar no como paisaje, sino "el estado de pureza, de conexión, lo que nos provoca y el impacto que tiene sobre nosotros".
Lo hará a través de diversas obras digitales y una trilogía de acuarelas que podrán visitarse desde este sábado, 26 de octubre, con la inauguración en el MIAC y hasta el próximo 2 de noviembre.
Este primer trabajo expositivo pretende hacer reflexionar sobre los orígenes a través del océano y de la figura femenina. Entiende Patricia Yurena que el elemento del agua simboliza ese nacimiento: de los primeros microorganismos en la incipiente Tierra, que surgieron del mar, a la propia vida humana, que nace en el vientre materno.
"He querido expresarme a través de lo que han sido para mí pasar ciertos desiertos, momentos en los que personalmente he tenido que reinventarme". Entre esos episodios destaca, precisamente, ese en el que decidió pararse en el camino, reflexionar e iniciar esta nueva etapa, dejando en segundo plano la moda.
Fue en 2018 cuando se escuchó, según ella misma explica, y notó que estaba "en un momento de ansiedad" en el que no terminaba de encontrarse a sí misma en su desarrollo profesional. Marcó un punto de inflexión: "Me fui a informar a la Academia de Artes de Madrid, me deslumbré, fue un abanico de posibilidades, desconocía la versatilidad que había en el mundo digital y descubrirlo fue un viaje".
Ese viaje le llevó durante tres años a estar "de lunes a viernes por y para una escuela que te prepara para trabajar", y en medio de una etapa en la que también fue madre.
"Hubo momentos duros y momentos de hormiguita, porque tuve que dedicarle mucho tiempo de calidad, de energía", indica la artista, quien reconoce que entra a este mundo "por la puerta grande", con una exposición en el MIAC que le llena de orgullo y al que ha accedido gracias a ir creando su propio escenario.
A la pregunta de si da miedo un giro profesional tan radical, sobre todo con una carrera reconocida mundialmente y que le seguía brindando muchas oportunidades laborales, Patricia Yurena responde sin dudar: "La transición ha sido compleja". Pero mirando atrás, no se arrepiente de ese paso.
Sí que llegó a pensar, rememora, que quizás estuviera cerrándose puertas, pero ha ocurrido "todo lo contrario", y esta faceta artística le ha llevado a "estar donde realmente quería estar".
La tinerfeña reconoce que no echará de menos su anterior vida y que, de hecho, la llegó a "echar un poco de más", bromea. "El mundo de la moda me ha enriquecido como persona, profesionalmente me ha brindado muchísimas oportunidades, todo parte de un certamen de belleza, no me olvido que empecé por ahí", aclara, pero está encantada con el nuevo tinte que ha cogido en su camino.
"A día de hoy, sigo fusionando la moda con mi maternidad -tiene una hija de apenas tres años- y mi faceta de artista, pero no siento el mismo compromiso", señala. Eso sí, asegura que tras ese periodo de reflexión y de reencontrarse a sí misma a partir de la pintura, ha podido reconciliarse con su yo modelo.
Esta es la primera exposición que firma y que lleva a un recinto museístico o expositivo, pero espera que no sea la última. De hecho, ya trabaja en nuevas ideas en mente, a las que espera ir dando forma "con tiempo, porque al final todo requiere tiempo". Y tiempo no es que le abunde con una pequeña que cuidar, y todo es cuestión de priorizar.
"Uno prioriza su energía, su tiempo, y al final es cuestión de esa constancia, trabajo y amor", concluye Patricia Yurena. Esa constancia, ese trabajo por años y ese amor por lo que hace confluyen en 'Azul: el mar y la mujer en perspectiva'. EFE
(Foto)
(foto)