Santander, 26 oct (EFE).- La Audiencia de Cantabria juzga este lunes, 28 de octubre, al administrador de una productora de cine por supuestamente estafar 1,4 millones de euros de un préstamo, que avaló el Instituto de Finanzas de Cantabria (ICAF), para hacer una película, aunque luego hizo dos con poco más de 30.000 euros y ninguna se comercializó.
La Fiscalía solicita cinco años de prisión para este hombre por un delito de estafa y que indemnice al ICAF los 1.495.000 euros que esta entidad le avaló, mientras que el Instituto de Finanzas pide para el acusado seis años de cárcel y otros cinco años para un socio suyo, que se encuentra en rebeldía.
Según informa en una nota de prensa el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), el juicio comienza a las 10:00 horas de este lunes en la Sección Primera y se prolongará hasta el día 31.
Según el escrito del ministerio público, del que informa en su comunicado el TSJC, este administrador solicitó con su socio un aval de 700.000 euros al ICAF, que luego amplió en 450.000 euros, para rodar un largometraje en Cantabria.
Tras conseguir el primer aval, el administrador de esa productora, que no tuvo nunca domicilio social ni personal, firmó un crédito de 700.000 euros con un banco y, tras recibir el dinero, comenzó a realizar desde la cuenta en la que tenía esa cantidad "múltiples transferencias" a otras cuentas suyas, a otras sociedades en las que también era administrador único y a familiares.
Cuatro meses después, “siguiendo la planificación ideada desde un principio” -según la Fiscalía-, pidió ampliar el aval y, por lo tanto el crédito, por importe de 450.000 euros, lo que también se le autorizó y cobró.
Una vez más, recibido el dinero comenzó, según el ministerio público, a llevar a cabo “numerosas transferencias" de ese dinero a cuentas que él controlaba "en exclusividad". Eso provocó que la cuenta a la que llegaron los créditos quedara "sin saldo positivo”.
El ministerio público asegura que la productora destinó "una mínima cantidad al rodaje de la película”, aunque finalmente hizo dos, pero "dada su mala calidad ni siquiera fueron explotadas comercialmente".
Estas dos películas supusieron un coste de 34.110 euros y “su única finalidad era dar la apariencia de que las cantidades prestadas y avaladas se empleaban en el proyecto presentado para ello”, explica el ministerio público.
Tras reclamar los créditos el banco al ICAF como avalista, este organismo pidió la declaración de concurso de la productora, que el Juzgado declaró culpable. EFE