Javier Herrero.
Madrid, 26 oct (EFE).- La edición americana de Rolling Stone habla de ella como una artista a tener bajo el radar, mientras la Comisión Europea la nomina a un gran premio. Señalada como una de las voces más prometedoras de la música española, este viernes se publica por fin 'Bodhiria', el primer LP de Judeline.
De nombre real Lara Fernández (Jerez de la Frontera, 2003), esta joven artista gaditana comenzó a darse a conocer sobre todo tras la publicación en 2022 de su primer EP, 'De la luz', y de temas más recientes como el funk carioca 'Canijo'.
En paralelo, varios artistas internacionales se acercaron a ella, como el puertorriqueño Tainy, con el que grabó 'Si preguntas por mí', con más de 28 millones de reproducciones en Spotify, o el colombiano J Balvin, quien la llevó como invitada en su reciente gira europea.
"Tras captar la atención de Bad Bunny y Rosalía, esta recién llegada muestra todo su potencial con su impresionante debut", afirmaba un artículo muy reciente de la revista Rolling Stone que la señalaba como una "voz cautivadora" a la que convenía seguir.
Los Music Moves Europe Awards, unos premios que en 2017 distinguieron a Dua Lipa y que, organizados por la Comisión Europea, ensalzan a los artistas emergentes capaces de trascender las fronteras nacionales, acaban de nominarla. "Mi madre no hace más que votar a ver si gano", bromea en declaraciones a EFE para hablar del álbum.
"Un artista que admiro mucho me dijo que tienes que contar algo que solamente puedas contar tú", afirma. Y si hay algo único en Judeline son sus orígenes en Los Caños de Meca, una amalgama del movimiento "happy" con sus influencias anglosajonas, la proximidad de Marruecos y toda la cultura andaluza que ella lleva a gala, con un acercamiento desprejuiciado al flamenco en la línea de otras voces jóvenes.
"Lole y Manuel, Ricardo Pachón o Camarón caminaron para que nosotros podamos andar. Y en los últimos años personas como Rosalía, Dellafuente o Califato 3/4 han revolucionado el flamenco y nos han dado a los andaluces y al resto de generaciones de España el orgullo de ir a nuestras raíces y mezclarlas con lo que nos gusta", subraya.
Su padre jugó un papel muy destacado además en su formación musical, con referentes como The Beatles (que a través de 'Hey Jude' inspiraron su alias musical), pero también música llanera de sus años en Venezuela.
"El flamenco me llega directo al corazón, pero el joropo también, me pone los pelos de punta", comenta esta artista que pasa todos esos ingredientes por un prisma experimental.
Así llega a un combinado de 12 canciones que, en efecto, incluyen joropo venezolano ('Joropo'), flamenco ('4angelitos') o unos tambores de Semana Santa procesados ('bodhitale'), de la mano de productores avezados como Rob Biesel, Drummie, Rusowsky o Ralphie Choo, con Tuiste y Mayo a la cabeza para darle unidad al conjunto.
"Lo que más me divierte es poder crear imágenes en las cabezas de la gente, que sea como leer una historia ficticia. Está muy eso de la confesión en una canción y decir cómo te sientes, pero con los artistas que más consumo me da un poco igual su historia personal", apunta sobre cómo ató todo el concepto del álbum.
Cuenta la historia de "angelA", avatar de Judeline, quien ante un sentimiento de incertidumbre y guiada por una corazonada, sigue el brillo de la luna llena hasta Bodhiria, un no-lugar, un espacio ficticio desde el que la protagonista, "con el único contacto de Dios", observa la vida continuar sin ella.
'Bodhiria puede ser muchas cosas: es una idealización de un lugar que resulta al llegar que no es tan bonito y solamente piensas en lo que has dejado atrás; también puede ser un espacio romántico en el que uno está en la mayor de las intimidades con sus pensamientos", explica.
El viaje emprendido es, sobre todo, un tránsito mental y refleja en parte de la "disociación" que la artista ha pasado en los últimos años: "Sentía un pico muy grande de ansiedad que me hacía estar como fuera de mi cuerpo".
"Al empezar mi carrera me veía todo el rato en tercera persona, desde arriba, como si lo que me pasaba no fuese real y tenía que tocarme las manos porque llevaba mucho sin estar en tiempo presente, con el piloto automático", se sincera.
Su representación como un ángel tiene que ver con su forma de verse. "Me dicen que soy muy inocente, porque tengo esa parte de idealizar todo, de la ilusión y de andar como en esta montaña rusa de emociones que es una putada, porque de pronto cae en picado", indica.
Hacia el final del álbum, tras otros cortes que fueron sencillos como 'mangata' (la luna del relato) o 'INRI', aparece uno de los cortes más bellos e hipnóticos, 'zarcillos de plata', una balada que su autora ve "como uno de esos hits de pop español de los años 2000 como de Amaral o La Oreja de Van Gogh".
El viaje de angelA concluye con un tema de título rimbombante y reflexivo: 'Es Dios bueno o solo es poderoso', en el que deja traslucir "todo el desgaste y agotamiento por todos esos sentimientos que han ido subiendo y bajando, como la muerte del conflicto que ha tenido" y cuestiona los motivos y existencia de un ser superior.
"Yo misma he estado en un año en que, ante las cosas malas, me decía: 'Esto ha pasado porque tenía que ser, porque Dios tenía un aprendizaje para mí'. Pero luego, cuando estás tan agotada, te preguntas: ¿Realmente esto ha sido bueno para mí o es como si alguien decidiera que pasara solo por puro poder? En fin, muchas reflexiones a las que una llega un poco fumada", apostilla de nuevo entre risas. EFE
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