Oviedo, 25 oct (EFE).- El escritor, ensayista, académico y expolítico canadiense Michael Ignatieff ha afirmado este viernes que "poder decir que somos libres y realmente merecerlo es el premio que más importa en la vida" en un mundo que está saturado de "manipulación y mentiras".
Así lo ha asegurado durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias 2024, en la que Ignatieff, considerado uno de los mayores expertos en los procesos nacionalistas modernos, ha recibido en la categoría de las Ciencias Sociales.
El pensador de 77 años, biógrafo del historiador británico Isaiah Berlin (1909-1997), ha recordado la distinción que éste hacía entre el zorro y el erizo utilizando un fragmento gnómico de un filósofo griego ('El zorro sabe muchas cosas, el erizo sabe una única cosa importante'), para distinguir "entre dos tipos de logros intelectuales y artísticos".
"Hoy la Casa Real reconoce muchos tipos de logros: artísticos, culturales, científicos. Algunos de mis compañeros galardonados son erizos y otros son zorros. Así que, me pregunto, ¿qué soy yo?", ha puesto de manifiesto.
En su discurso, ha señalado que "cualquiera que haya sido ensayista, periodista, cineasta, profesor de historia, biógrafo, teórico de los derechos humanos no puede ser otra cosa que un zorro".
"Pero existe una tercera posibilidad: algunos zorros envidian la tenacidad constante y resuelta del erizo, junto con su capacidad de enroscarse como una bola y mostrar sus púas cuando se enfrenta a quienes lo atacan. Soy uno de esos zorros que siempre deseó ser un erizo", ha expresado en el Teatro Campoamor ante la presencia de los reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
Tras sostener que la concesión de este galardón le hizo sentir como un erizo, aunque "solo fuera por un minuto", ha manifestado que, a lo largo de su trayectoria profesional, no ha tenido una única preocupación "fundamental", dado que el trabajo creativo es "como escalar en la oscuridad".
Solo en un momento como este, ha comentado, "cuando las nubes se abren y te encuentras en la cima", ha empezado a comprender el camino que ha emprendido.
"También quisiera confesar cuánto temía a veces la libertad de mi zorro, cuánto tememos la mayoría de nosotros la libertad, cuán difícil es mantener la soberanía de nuestro propio juicio, ver el mundo tal como es, no como nos gustaría que fuera. Cuánto, de verdad, debemos todos luchar para ser mujeres y hombres libres en un mundo saturado de manipulación y mentiras. Sin embargo, poder llamarnos libres y merecerlo realmente es el premio que más importa en la vida", ha relatado. EFE
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