Valladolid, 24 oct (EFE).- La realizadora Mar Coll explora la irrupción de la maternidad con sus exigencias vitales y emocionales en 'Salve María', un viaje por el laberinto interior de una madre primeriza atenazada por la responsabilidad y con la sombra del infanticidio en vuelo rasante.
La biología que interpela a la mujer y la vida cotidiana que tira de la persona conforman el dédalo impenetrable de María, una joven escritora atrapada entre dos realidades solapadas, antagónicas y exigentes sobre las que gravita la nueva película de Coll, estrenada este jueves en España dentro del festival de Valladolid (Seminci).
"Es una mezcla de thriller psicológico, también de terror y con realismo, poco diálogo, mucho suspense y gran expresividad", ha apuntado la directora barcelonesa sobre su cuarto largometraje, una adaptación libre de la novela de Katixa Agirre ('Amez ez dute'/'Las madres no').
Otra adaptación literaria motivó en 1976 la segunda y última película de Narciso Ibáñez Serrador ('¿Quién puede matar a un niño?'), la misma reflexión sobre el infanticidio que sobrevuela en esta nueva propuesta de Coll: "La sombra latente del infanticidio va en aumento constante durante toda la película".
Desde distintos ángulos, la maternidad ha resultado un tema recurrente en el cine español durante los últimos años ('Los días que vendrán'/2018, 'La maternal'/2022 y 'Matria'/2023), ahora revisitada por Coll con un filme "clásico en cierta manera y un punto retro" que remite a algunos referentes como Hitchcock ('Vértigo' y 'Pájaros') y Maggie Gyllenhaal ('La hija oscura'), ha reconocido.
Laura Weissmahr y Oriol Pla interpretan al joven matrimonio que acaba de tener un hijo y cuya vida de pareja parece no resistir el viaje emocional de la madre desde el rechazo hasta la aceptación de su nuevo rol personal, condicionado por el trabajo de ambos: ella como escritora y él como investigador.
La escritura de un guión a partir de una obra literaria "es algo muy diferente a lo que había hecho hasta ahora", ha confesado Coll, quien ha reconocido su intención de hacer "una película muy expresiva, no quedarnos tibios".
El metraje se estructura en varios capítulos y un epílogo cada uno de ellos antecedidos por una cita literaria: Sylvia Plath, Simone de Beauvoir y Medea, como ocurre en el libro de Katixa Agirre.
"Las mantuvimos porque nos ayudaban a construir la parte literaria -la protagonista es escritora- y porque la película también es deudora de la importancia del decir y nombrar las cosas como han hecho las autoras de las citas, pero también nos han ayudado a nivel de ritmo con pausas que eran necesarias, esas islas para sacar la cabeza y respirar un poco", ha desvelado durante una comparecencia.
El resultado es un itinerario por los "estigmas y tabúes tan grandes" de la mujer ante la maternidad a través de una protagonista que es incapaz de reconocerlos y que asume "con culpa y vergüenza, escondida y disimulando" hasta que sale de ese laberinto y puede decirlo. "La comunicación es un eje vital de la película", ha dicho la directora.
La actriz Laura Weissmahr, que no es madre, se sintió una especie de "impostora" ante un papel que se preparó "a través de lecturas y temas similares", pero durante el rodaje, tras la toma de contacto con el bebé recién nacido, "todo resultó más intuitivo", ha apostillado. EFE
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