´La última noche en Tremor’, la serie “más compleja” de Javier Rey

Guardar

Silvia García Herráez

Madrid, 24 oct (EFE).- “Posiblemente este sea uno de los papeles más complejos a los que me he enfrentado”, dice a EFE Javier Rey sobre su personaje Álex en ‘La última noche en Tremor’, la nueva miniserie de Netflix que llega este viernes a la plataforma basada en la adaptación de la exitosa novela homónima de Mikel Santiago.

Y no solo por su personalidad y por las distintas capas y fases por las que atraviesa el personaje a lo largo de la serie, sino también porque Álex es un pianista y compositor muy reconocido en la trama, por lo que Rey estuvo dando clases de música durante un año.

“Fue duro porque no sabía solfeo y tuve que aprender. Para mí el piano era un mueble más y tuve que, por lo menos saber cómo colocar los dedos”, admite.

“No es que interprete a un pianista, sino a un genio del piano, que ha ganado Baftas incluso. Está relacionado con el piano desde que tiene 4 años porque su madre era profesora de piano, y yo llegué muy tarde a eso, lo que generó mucha presión”, agrega.

Dirigida por Oriol Paulo, autor de otros 'thrillers' como ‘El inocente’ o ‘Los renglones torcidos de Dios’, la miniserie de ocho capítulos cuenta la historia de Álex, un famoso pianista y compositor de bandas sonoras que decide recluirse en un pueblo costero del norte para buscar casi el aislamiento y así poder recuperar la inspiración y terminar su última obra.

En una casa que parece estar en el fin del mundo, sus únicos vecinos y amigos son Leo (Willy Toledo) y María (Pilar Castro), un matrimonio que vive justo enfrente. Todo parece ir bien hasta que Álex sufre un accidente durante una fuerte tormenta. A partir de ese momento, su día a día se convierte en un infierno, atormentado por unas escalofriantes visiones sobre sus vecinos que le hacen dudar de la realidad y vivir en constante alarma.

“No es un 'thriller' de miedo, ni de investigación, más bien de misterio y descubrir qué le pasa realmente a los personajes, mantiene la tensión y da unos giros muy buenos. Oriol es un experto en eso, en engañar al espectador y hacer parecer una cosa que no es, le interesaba mucho esa sensación de inseguridad permanente, que lograba a su vez poner el punto de atención en los personajes”, explica Rey.

En esta línea, el actor gallego afirma que los sueños son “muy potentes” y que a veces “nos revelan cosas que nos sucederán en un futuro, bien porque hay algo que nos atormenta, nos preocupa o nos emociona”.

Por su parte, el director de la ficción remarca que lo importante de la serie es “ayuda a sanar los traumas de los protagonistas”.

“Todos los personajes de esta serie tienen un trauma que les pesa mucho. Al final, de lo que hablamos es de lo necesario que es recomponerse para poder seguir adelante, es decir, saber que hay luz al final del camino y que es muy importante estar en paz con tu pasado para poder proyectar un futuro”, destaca Paulo.

En este punto es donde el director confiesa que se distanció de la novela de Santiago, pues este último cerraba más la trama y él le contestó al escritor en el proceso de adaptación: “No voy a cerrar el personaje, sino que lo voy cerrar en sanar tu pasado para proyectar un futuro”.

Aparte de Javier, el proyecto está también protagonizado por Ana Polvorosa, quien se mete en la piel de Judy, una exenfermera que ahora regenta un hostal en Tremor y quien también oculta un secreto sobre su pasado. “Ana te da una cosa, una fragilidad, pero también una fortaleza muy bestia y yo miraba a Ana y pensaba es una superviviente. Escribí el guion para ella”, subraya el director. EFE

sgh/np/jlp

(video)

Guardar