San Sebastián, 24 oct (EFE).- El argentino Gabriel Chaile expone por primera vez en San Sebastián, en el centro de Tabakalera, donde ha reunido obras de los inicios de su carrera junto a otras creadas este año. Las referencias a la cultura originaria de su Tucumán natal son comunes en la trayectoria de este artista, uno de los más reconocidos de la escultura contemporánea.
La muestra, titulada "Contemplando es como fuimos cambiando", se podrá visitar desde este viernes, 25 de octubre, hasta el 2 de febrero del próximo año en la sala principal de exposiciones de Tabakalera, donde hoy ha hablado de su trabajo junto a la directora cultural del centro, Clara Montero, que ha recordado que esta es una de las exposiciones organizadas con motivo del centenario del nacimiento de Eduardo Chillida.
El creador donostiarra y el argentino proceden de épocas y contextos diferentes, pero a los dos les une su interés por "el concepto del tiempo, por los elementos, por lo telúrico", los dos exploran "la relación entre forma, espacio y memoria", ha señalado Montero.
Chaile (San Miguel de Tucumán, 1985), que vive entre Buenos Aires y Lisboa, ha expuesto en importantes eventos internacionales, como en la Bienal de Venecia en 2022, aunque según ha explicado esta es la primera vez que le han invitado a mostrar su trabajo de manera retrospectiva.
Sus comienzos no fueron fáciles, por lo que recurrió a materiales sencillos y baratos para dar forma a sus esculturas. El barro, el hierro, la madera o restos de trabajos de construcción y albañilería han constituido desde entonces los elementos que conforman sus obras, algunas de gran escala, como sus característicos horno-esculturas.
'La Malinche', de 2019, e 'Irene Isabel', de 2024, son dos ejemplos de esos hornos-escultura que se pueden contemplar en esta exposición. La última es un homenaje a su madre y a su herencia ancestral y, en ambas, explora "la resistencia y la resiliencia" de las formas culturales de las comunidades indígenas, muchas de las cuales han sido desplazadas y marginadas.
Ha explicado que una invitación para participar en una exposición conmemorativa del bicentenario de la independencia de Argentina en 2016 le llevó a conectar con la historia de su familia y su pasión por la arqueología, con una abuela artesana indígena de la que no existían muchas referencias ni fotografías. 'Irene Isabel' es una nueva versión de esta obra.
Otra versión, en este caso de una de sus primeras piezas, de 2011, es 'El principio de la belleza está en el fin de la misma (II)', en el que indaga en la repetición con variaciones de autorretratos en óleo sobre tabla con pan de oro, cada uno iluminado por bombillas que penden de una estructura.
"En mi trabajo está la potencialidad de solucionar problemas", ha señalado el artista argentino al hablar de otra de las piezas expuestas, 'Ingeniería de la necesidad', que recrea un ladrillo en el que se ha insertado una resistencia, unida con un cable a la red eléctrica, como las que se usan para calentar y cocinar cuando se dan "situaciones límite".
'Selva tucumana' es una obra de varias piezas, creada este mismo año en Berlín, en la que emerge la parte onírica que también busca en algunos de sus procesos creativos y en la que conecta la naturaleza con la narración.
Para Chaile, la colaboración es fundamental en su trayectoria, desde sus comienzos cuando junto a un amigo hizo de un espacio abandonado en Buenos Aires un lugar para mostrar sus creaciones, a la actualidad, donde colabora con otros artistas en Lisboa.
A la exposición de Tabakalera ha invitado a Tomás Bargao Henriques, que ha creado una obra expresamente para esta muestra con restos de plástico y metal que remite a un lugar donde suele reunirse con amigos en la capital portuguesa. EFE
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