El WTTC ve bien que se cobre por visitar monumentos si se reinvierte en su conservación

El alcalde de Sevilla propone tarifas para el acceso a la plaza de España, en un esfuerzo por financiar su conservación y gestionar la masificación turística, apoyado por el WTTC

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Sevilla, 24 oct (EFECOM).- El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) ve con buenos ojos iniciativas como la planteada por el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, de cobrar a los turistas por visitar la plaza de España de la capital andaluza a fin de recaudar fondos para labores de su conservación.

La presidenta y consejera delegada del WTTC, Julia Simpson, considera que este tipo de medidas puede ayudar a resolver problemas de masificación turística que están sufriendo algunos destinos o zonas y monumentos concretos.

La plaza de España de la capital andaluza recibe unos tres millones de visitantes al año, un gran volumen que podría dañar los azulejos que la decoran, ha señalado a EFE con motivo de su visita a España para participar en el Tourism Innovation Summit (TIS) 2024 de Sevilla.

Simpson ha recordado que el alcalde está pensando en cobrar a los turistas precisamente para destinar lo recaudado al mantenimiento y la protección de los azulejos y también a emplear más guías turísticos, contribuyendo así a un mejor cuidado de este conjunto monumental.

A su juicio, de vez en cuando, aplicar una medida de este tipo está bien y, de hecho, se está planteando cada vez en más destinos como por ejemplo en Roma, cuyo ayuntamiento quiere cobrar por visitar la Fontana de Trevi, la fuente más famosa de la capital italiana, para evitar las aglomeraciones.

Otra de las soluciones es la aplicación de precios dinámicos -subiendo y bajando las tarifas en función de la afluencia prevista-, lo que ayudaría a una mejor distribución de los flujos turísticos en lugares tan populares como por ejemplo la Sagrada Familia en Barcelona, ha añadido.

En su opinión, se puede controlar la afluencia con precios, pero ha advertido de que cada caso es distinto, por lo que no existe una única solución para todos.

También le parecen buenas aquellas tasas turísticas que se cobran para hacer algo que, después, ayude al propio visitante a tener mejores experiencias en el destino.

Simpson ha hecho hincapié en que el turismo en España contribuye mucho con sus impuestos, que se utilizan para construir escuelas, hospitales u otras infraestructuras y ha abogado por destinarlos también a buscar soluciones a problemas del sector como el actual.

En 2023, en España, la contribución fiscal total del sector de viajes y turismo fue de 99.800 millones de dólares (más de 92.500 millones de euros), un 5 % por encima de 2019, representando los impuestos sobre empleo (IRPF y cotizaciones a la Seguridad Social, entre otros) la mayor parte (en trono al 43 %), seguidos por el IVA (34 %).

Como proporción de los ingresos públicos, su fiscalidad total representó el año pasado el 15,3 %, superior a la media de la UE del 11,4 %.

Simpson ha recordado que el problema de masificación turística se empezó a notar ya antes de la pandemia de la covid, tras la cual aún más gente quiere viajar y, además, la población mundial está creciendo y hay una nueva clase media en países como China o India dispuesta a gastar en viajes.

A ello se une que los jóvenes de hoy prefieren viajar y vivir experiencias en lugar de tener cosas y el fenómeno de Instagram, en el sentido de que por ejemplo una serie como la de Emily en París hace que todos quieran ir a la capital de Francia y sacar las mismas fotos.

Hay que buscar un equilibrio entre el bienestar y las necesidades de las comunidades locales y el turismo, sin olvidar lo que éste aporta a la economía española, la creación de empleo o la protección del patrimonio histórico y cultural del país, ha apuntado.

Es necesario que las partes implicadas: sociedad, administraciones y empresas del sector, dialoguen para ver cómo pueden trabajar conjuntamente en lograrlo.

Simpson ha aplaudido las encuestas que está realizando Turespaña para conocer la opinión de los españoles sobre el turismo y cómo les afecta, así como la del visitante sobre cómo puede ayudar a la sostenibilidad cultural, social y medioambiental de un destino.

Dada la gran capacidad del turismo de reinvertarse y superar retos incluso tan difíciles como la pandemia, durante la cual se perdieron 70 millones de puestos de trabajo en el sector, Simpson es optimista de cara a poder enfrentar también el de masificación, encontrando y compartiendo las mejores prácticas entre todos. EFECOM

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