Valladolid, 23 oct (EFE).- El director de cine Mohammad Rasoulof (Shiraz, 1971) ha asegurado este miércoles que la gente del mundo de la sociedad iraní, a pesar de saber que arriesgan su vida, dice “muy claramente que no quiere trabajar para toda esa censura (por el régimen islámico iraní) y dice que les da igual, que quieren participar”.
Así lo ha asegurado en declaraciones a los periodistas, durante y después de la rueda de prensa que ha tenido lugar este miércoles en el Teatro Calderón de Valladolid en el marco de la 69 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), que le entregó la Espiga de Honor en 2018 y que ha recogido seis años después, tras su arresto domiciliario y posterior exilio en mayo de este año.
Rasoulof, que también ha presentado en España en el festival vallisoletano su última película 'La semilla de la higuera sagrada' (2024), que cuenta las revueltas en Irán por la muerte de Mahsa Amini - asesinada por la policía religiosa islámica por no llevar el velo ('hijab') correctamente-, desde el punto de vista de un funcionario del régimen y de su familia.
“Cuando pasó lo de Mahsa Amini salió todo el mundo: no era simplemente la situación del velo de la que tanto se habla, era decirle basta ya al Estado, decir que no a que alguien me esté mandando cómo vestirme, pensar, moverme o cómo vivir”, ha apostillado.
El director ha subrayado que esta “es la clave” y ha apuntado a que esos cambios afectarán "a todos los aspectos de la vida", también de la gente que trabaja en el mundo de la cultura en Irán.
Además de 'La semilla de la higuera sagrada', Mohammad Rasoulof ha realizado seis largometrajes - 'The Twilight (2002), 'La isla de hierro' (2005), 'Goodbye' (2011), 'Manuscripts Don't Burn' (2013), 'Un hombre íntegro' (2017) y 'La vida de los demás' (2020) - en una carrera llena de premios, entre ellos el Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín de hace cuatro años, pero también de problemas con el régimen iraní.
De hecho, el pasado mes de mayo fue condenado a ocho años de prisión, latigazos, una multa y la confiscación de sus bienes por filmar sin licencia su última película y porque las actrices fueron filmadas en algunas escenas sin el 'hijab', y en 2020 añadió un año de prisión a una pena previa por difundir propaganda contra el sistema.
Las protestas por la retención y posterior asesinato de Mahsa Amini le encontraron en prisión y se reprimían por parte de las fuerzas de seguridad, aunque dio con un carcelero que le confesó que no compartía la actitud del gobierno y que había llegado a pensar en el suicidio.
"Tuve la suerte de estar muchos años con esas personas que censuraban, les pregunté y experimenté su forma de ver, sentir, ver y responder, y puede familiarizarme con ese estado psicológico que llevaban encima", ha apuntalado, para señalar que este calvo de cultivo le llevó a querer investigar "con ansia" todo lo que había sucedido durante su arresto.
De hecho, en 'La semilla de la higuera sagrada' el director de cine se ha servido de las publicaciones de las redes sociales, lo que le llevó a reconocer la importancia de los jóvenes y su capacidad para captar estos "momentos históricos" y quiso incorporar su punto de vista a este largometraje, en una sociedad en la que ha reconocido que existe un brecha generacional.
"Por supuesto (que hay una brecha generacional): es increíble la fuerza de la visión de los jóvenes porque son muy fuertes, son ellos los que quieren mandar y cambiar las cosas", ha afirmado, por eso en esta cinta quiso contar "la intimidad de una familia".
Rasoulof, ahora exiliado en Alemania, ha apuntado que gracias a las nuevas tecnologías y a las redes sociales "su pensamiento sigue conectado a lo que pasa en Irán" porque "el contacto es igual o incluso más fuerte" y en este momento busca puntos en común entre la situación de su país y problemas que comparte el mundo entero.
También ha reconocido que un tema que atraviesa su obra "es la búsqueda de la libertad", especialmente de las mujeres, aunque ha admitido que él mismo la busca pero sigue sin existir porque lo que más quiere es trabajar en su país y no tiene esa libertad.
"Al parecer mi destino es que siempre esté buscando esta libertad e intentar alcanzarla, pero no poder tenerla", ha incidido.EFE
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