Declaran culpable a un acusado de asesinar a su expareja, decapitar el cuerpo y arrojarlo al mar en Málaga

Un jurado popular considera culpable a un hombre por el asesinato y mutilación de su expareja en Marbella, donde ocultó el cuerpo en la playa tras un acto de violencia extrema

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Un jurado popular ha declarado este miércoles culpable de un delito de asesinato al hombre acusado de acabar con la vida de su expareja, tras lo que decapitó el cuerpo y lo arrojó al mar en una playa de la localidad malagueña de Marbella donde fue encontrado posteriormente.

Así lo han asegurado fuentes judiciales, quienes han apuntado que los jurados también lo han considerado culpable de un delito de quebrantamiento de condena. En ambos delitos, la culpabilidad ha sido declarada por unanimidad de todos los miembros del tribunal popular.

Los jurados han estimado que hubo alevosía, ya que la víctima no tuvo posibilidad alguna de defenderse de la agresión, han indicado a Europa Press las fuentes. Tras la lectura del veredicto, tanto la Fiscalía, como la acusación particular en nombre de la familia de la víctima se han mostrado de acuerdo en una pena de unos 19 años de prisión por el delito de asesinato y seis meses por el de quebrantamiento.

Los hechos sucedieron el 8 de enero de 2023. El procesado reconoció tanto en la Comisaría cuando fue detenido como en el propio juicio que mató a la mujer, a la que asfixió cogiéndola por la espalda, y luego le cortó la cabeza y las manos, además del abdomen para que se hundiera, con un cúter que llevaba.

Así, el procesado negó haber planeado este crimen, asegurando que fue "un impulso" y no algo premeditado, además de expresar que nada más volver a casa tras lo que hizo sintió un total arrepentimiento de los hechos.

El hombre fue detenido después de que una mujer alertara de que el cuerpo hallado poco antes en una playa era el de su hermana, que había sufrido malos tratos. El acusado y la víctima habían tenido una relación sentimental durante unos siete meses y el día de los hechos él fue a buscarla a las inmediaciones de un centro religioso.

Una vez allí, según las acusaciones, el procesado habló con la mujer y ella accedió a montarse con él en la parte de atrás de la furgoneta que conducía un amigo para irse a un sitio mas íntimo. Fueron a la playa Zaragoza, donde mantuvieron relaciones sexuales tras lo que se produjo el asesinato.

La investigación de este caso comenzó por una denuncia interpuesta por familiares en dependencias policiales por la desaparición de una mujer, víctima de violencia de género y había recibido amenazas días atrás por su expareja sentimental, que habría quebrantando las medidas cautelares dictadas por la autoridad judicial.

Unas horas antes de la interposición de la denuncia, el cadáver mutilado de una mujer, con características físicas similares a la denunciada como desaparecida, fue hallado por unos ciudadanos en la playa, tras lo que los familiares aseguraron que los restos eran de su hermana. Las dos manos fueron encontradas días después.

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