La XXXV Cumbre luso española ha arrancado este miércoles con la reunión bilateral entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el primer ministro de Portugal, Luís Montenegro. Participan además una veintena de ministros de ambos países que tendrán sobre la mesa asuntos como la gestión de los recursos hídricos compartidos o las interconexiones.
Sánchez y su homólogo han comenzado su encuentro alrededor de las 11:30 horas en el Museo Municipal de Faro, en la región del Algarve y tras esta reunión, se sumarán al resto de la delegación, formada por once ministros españoles y 13 de Portugal.
Del lado español han acudido la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares y el del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
También están presentes los ministros de Transportes y Movilidad, Óscar Puente; Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, Industria y Comercio, Jordi Heréu; Agricultura, Pesca y Alimentación Luis Planas; Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres; Cultura, Ernest Urtasun y Migraciones y Seguridad Social, Elma Saiz.
Esta misma mañana Sánchez ha sido recibido por Montenegro en el Palacio de Fialho y las delegaciones se han hecho la foto de familia, en la que varios ministros han bromeado y mostrado gestos de complicidad con sus contrapartes portuguesas. A continuación, los dos mandatarios se han desplazado hacia el centro de la ciudad, donde han recibido las llaves de la ciudad de manos del presidente municipal, en la sede del ayuntamiento de Faro.
Tras este acto, Sánchez y Montenegro han dado un breve paseo por las calles de Faro y se han entrado a pie en el Museo Municipal, donde llevan a cabo su encuentro. Posteriormente volverán al Palacio de Fialho donde se reunirán de nuevo con el resto de sus ministros para poner en común los temas de la cumbre y finalmente, ofrecerán una rueda de prensa.
Los temas principales de la cumbre son la gestión del agua, con el 25 aniversario del tratado de Albufeira, sobre protección de las cuencas hidrográficas compartidas, de fondo y también las interconexiones entre ambos países, con la vista puesta en la línea ferroviaria de alta velocidad entre Madrid y Lisboa, que quieren estrenar en el año 2030, coincidiendo con el Mundial de fútbol que organizan ambos países.
Se trata de la primera cumbre bilateral después de las elecciones portuguesas que auparon al conservador Montenegro, que sustituyó en el cargo al socialista António Costa. No obstante, en Moncloa aseguran que la relación entre ambos países sigue intacta a pesar del cambio de color político.