Castellón, 22 oct (EFE).- Un total de 6 de los 11 procesados en la causa conocida como Castellnou, en la que se juzga a 11 personas vinculadas al CD Castellón por haber, presuntamente, expoliado los recursos económicos del equipo, se han declarado hoy culpables ante el juez, mientras que el exaccionista José Manuel García Osuna ha asegurado que todo es una "leyenda urbana" y se ha desvinculado de las acusaciones.
Otros tres encausados han sido absueltos al haber prescrito los hechos de los que se les acusaban y un último acusado, se ha declarado también inocente al explicar que él, como abogado, "solo participó en calidad de secretario en el consejo de administración sin intervenir en las cuentas o la gestión".
La primera de las cuatro sesiones previstas ha arrancado este martes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón con la declaración de los 11 procesados, para los que se pide pena de prisión de entre 23 años y medio y los dos años y medio.
El Ministerio Fiscal, en su escrito de acusación, sostiene que entre los años 2005 y 2012, los procesados crearon una trama para desviar dinero generado por la actividad del club, lo que le provocó un perjuicio económico. Una trama urdida presuntamente a través de los accionistas de Castellnou, sociedad que compró el club en 2005.
Así, habrían elaborado facturas falsas por servicios o bienes que no existieron, sacado dinero de las cuentas de la entidad cuyo destino se justificaba falsamente con el pago de impuestos o entregado dinero a terceras personas sin causas justificadas.
El Ministerio Público también mantiene que los procesados alteraron la recaudación de las taquillas, crearon subvenciones ficticias o evitaron la realización de auditorías, entre otras operaciones que generaron que el club acumulara reiterados incumplimientos con Hacienda y la pérdida de subvenciones.
La descapitalización llevó a la entidad deportiva a una suspensión de pagos y concurso que provocó el descenso a Tercera División por causas administrativas.
El inicio de la vista se ha demorado casi una hora, ya que se especulaba sobre posibles acuerdos entre los procesados y las acusaciones.
Al comienzo, los letrados de tres de los acusados han alegado que los delitos de los que se les venía acusando han prescrito, extremo que ha sido ratificado por el magistrado, por lo que han abandonado la sala de vistas libres de cargos.
Los siguientes seis acusados, entre ellos el que fuera consejero delegado del club, Antonio Blasco y para quien el fiscal pide 23,5 años de prisión, se han declarado culpables de los hechos que se les acusa y han renunciado a su derecho a la última palabra.
Sí ha respondido a las preguntas José Manuel García Osuna, exmáximo accionista de la sociedad, quien ha indicado que fue administrador solidario de Castellnou. Ha relatado cómo el anterior propietario del club, Antonio Bonet, le manifestó en 2004 que estaba cansado y estaba buscando un comprador.
García Osuna, tras no tener éxito en la búsqueda de un comprador, "montó" un grupo de inversores para dar "un enfoque diferente al club" y contactó en primer lugar con Antonio Blasco para que "tirase del carro en el club".
Blasco y él adquirieron un 25% de las acciones cada uno, e incluyeron a otros accionistas para formalizar la compra a Bonet. El consejo de administración quedó conformado, ha explicado, por Antonio Blasco como consejero delegado y José Laparra (fallecido en 2016) como presidente.
El acusado ha asegurado que la instrucción, que se ha prolongado durante más de 10 años se ha sostenido "en base a una leyenda urbana" sobre Castellnou, y que él "no participó en las cuentas" ni dio "ninguna orden para su manipulación".
Preguntado por el fiscal sobre si se realizaron operaciones vinculadas, que no quedaban reflejadas en las cuentas, García Osuna ha indicado que sí, pero que "si vamos a procesar a las sociedades españolas que no declaren las operaciones vinculadas vayan preparando sitio".
En este sentido ha apuntado que "están haciendo una montaña de algo que es absolutamente común".
Preguntado sobre las operaciones financieras de la última etapa de Castellnou que llevaron al club a un descenso de categoría, ha dicho que "no sabía nada de ellas" ni del "supuesto saqueo" de las cuentas. Él tenía, ha dicho, "confianza total en Blasco" y en esa época "estaba a sus cosas".
Ha acusado también a los medios de comunicación de "animadversión" hacia Castellnou "desde el primer momento".
Por su parte, Álvaro Rodríguez-Hesles, abogado y último acusado, ha señalado que su única actuación fue la de ser secretario del consejo de administración, sin remuneración y ha indicado que fue una "sorpresa" ver las facturas y las acciones contables que salieron a la luz en la instrucción, ya que desconocía de su existencia.
Del mismo modo ha indicado que desconocía que se hubieran producido operaciones vinculadas, ya que, ha dicho, "si las hubiera habido debían haber figurado en las cuentas". EFE