La industria del tabaco crea una asociación para cumplir con la nueva norma sobre filtros

El real decreto del Gobierno español establece nuevas obligaciones para la gestión de residuos plásticos de tabaco, promoviendo la sostenibilidad y la creación de la asociación Ávora para su cumplimiento

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Madrid, 22 oct (EFE).- El sector industrial del tabaco ha anunciado la constitución de una asociación para hacer cumplir con las obligaciones que le impone el nuevo real decreto relativo a la gestión de los residuos de filtros de tabaco, aprobado este martes por el Gobierno para reducir su impacto medioambiental.

La asociación, denominada Ávora, nace sin ánimo de lucro y está formada por productores de productos del tabaco con filtro y filtros comercializados para utilizarse con productos del tabaco, ha informado esta nueva entidad en un comunicado.

Su labor estará enfocada en "asumir los costes asociados a la limpieza, transporte y tratamiento de residuos", así como en realizar campañas concienciación para combatir la dispersión de basura, ha destacado la asociación.

Este sector industrial del tabaco ha nombrado como gerente de Ávora a Patricia Sánchez Aedo, quien ha trabajado en organizaciones como Recyclia, dedicada a la gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, pilas y baterías, y ha colaborado con la Asociación Europea de Sistemas Nacionales de Recogida de Pilas (Eucobat).

El nuevo real decreto pretende reducir el impacto medioambiental causado por los residuos plásticos del tabaco que se desechan de manera incontrolada directamente en el medio ambiente.

Entre otras cosas, establece la obligación a los productores del producto de cumplir individual o colectivamente con sus obligaciones financieras en relación con la gestión de los residuos.

En particular, deberán financiar la limpieza de los vertidos de basura dispersa, incluida la limpieza de las infraestructuras de saneamiento y depuración, la recogida de los residuos de tabaco depositados en los sistemas públicos de gestión y su tratamiento.

Asimismo, deberán llevar a cabo la recogida de información, las medidas de concienciación, la realización de estudios y los costes asociados a las garantías de los sistemas.

El real decreto prevé también que cuando la gestión de los residuos no se lleve a cabo por la entidad local, los sistemas de responsabilidad ampliada del productor (RAP) celebrarán acuerdos con los agentes económicos para financiar la gestión de los residuos generados por sus productos.

Asimismo, establece la creación de una sección de productos del tabaco con filtros y filtros en el Registro de Productores de Productos, y la obligación de inscripción por los productores de producto y de remisión de información con carácter anual.

Se establece además la obligación desde 2030 de elaborar programas de prevención y ecodiseño a los productores que superen una cuota anual del 2,5 % sobre el total nacional de productos del tabaco puestos en el mercado al objeto de reducir el contenido en plástico en dichos productos y su abandono como basura dispersa, entre otros.

La presidenta de la organización Nofumadores, Raquel Fernández Megina, ha señalado a Efeagro que la industria del tabaco "debe pagar" el coste que conlleva la recogida y gestión de sus residuos plásticos, "pero no llevar la gestión de esa limpieza".

"Ellos son el problema, no pueden ser la solución", ha enfatizado Fernández Megina.

La nueva norma también determina otras cuestiones como que los ayuntamientos podrán establecer limitaciones de fumar en las playas y se podrán sancionar en las ordenanzas municipales con arreglo al régimen de infracciones y sanciones de la ley 7/2022.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), con cada cigarrillo fumado y tirado al suelo se generan entre 340 y 680 millones kilogramos de residuos al año, y la Unión Europea (UE) enfatiza que las colillas son el segundo residuo plástico más abundante en las playas del Viejo Continente. EFE

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