Madrid, 22 oct (EFE).- España cuenta con sistemas "privilegiados" para hacer frente a las catástrofes naturales pero "hay margen de mejora", ha explicado a EFE el director general de la Fundación Aon España y presidente del Observatorio de Catástrofes, Pedro Tomey.
Tomey es uno de los expertos que han participado en la jornada organizada este martes por el Instituto de la Ingeniería de España (IIE) sobre el papel de la ingeniería en la prevención de daños por catástrofes naturales y en el que han intervenido representantes del Ministerio de Transición Ecológica, la Fundación Foro Agario, Tragsa, la Fundación Aon Aespaña y el Comité de ingeniería y desarrollo sostenible del propio IIE.
En los últimos tres o cuatro decenios, "estamos viendo que las catástrofes naturales son cada vez más numerosas y dañinas", ha asegurado, y además se cuenta con información actualizada cada vez que ocurre una.
En España los peores siniestros "son históricamente las inundaciones y las DANA, al igual que las olas de calor" y la mejor forma de afrontarlas pasa por tener la mayor información y conocimiento disponibles, "con alerta temprana e intervención inmediata, y además actuar en autoprotección".
Desde ese punto de vista, los sistemas "privilegiados" con que cuenta el país incluyen la existencia y eficacia de organizaciones como la UME (Unidad Militar de Emergencias), Protección Civil, Cruz Roja y "otros actores que están muy entrenados y son ejemplares" respecto a otros países del mundo.
También, hay "buenas coberturas aseguradoras y las mayores protecciones y prevenciones posibles", según Tomey, quien ha destacado la labor de tres instituciones "ejemplares y referentes en el mundo: el Consorcio de Compensación de Seguros -que actúa cuando hay fenómenos catastróficos-, Agroseguro -que beneficia a la actividad agropecuaria- y la Comisión Liquidadora de Entidades Aseguradoras -un fondo de garantía de seguros-".
De hecho, la descobertura de las catástrofes en España, las personas que no tienen acceso a un seguro generalmente por vulnerabilidad económica, es "de aproximadamente el 50 %", inferior a la que hay en Europa, por lo que "existe margen de mejora" pero para ello "hay que echarle mucha inteligencia y mucha colaboración público-privada".
El Observatorio de Catástrofes elabora todos los años un "barómetro" o informe detallado "con datos ya contrastados a través de varias fuentes, desde la Protección Civil hasta el consorcio de la parte asegurada".
El último publicado hasta el momento, correspondiente a 2022, certificaba daños por valor de 2.900 millones de euros, además de 45 fallecidos por diversas causas, y el próximo, con datos de 2023, está previsto presentarlo el próximo 21 de noviembre, también en el IEE.
Respecto al año en curso, Tomey ha resaltado "a nivel global, los incendios forestales en Brasil y Bolivia y también en Portugal" y ha señalado que a nivel nacional estos siniestros "siguen siendo importantes, aunque han ardido menos hectáreas" que en cursos precedentes.
En EE.UU. y México, huracanes como Helene han dejado más de cien muertos y 600 desaparecidos a su paso mientras que en Europa "fueron muy importantes las inundaciones del mes pasado" y "el temporal Boris, que causó 26 muertes contabilizadas hasta la fecha".
En España, "lo más importante en lo que llevamos de 2024 fueron las DANA de agosto y las lluvias de septiembre, que provocaron inundaciones en Navarra, La Rioja y el lado oriental de la península ibérica", detalla, además de las olas de calor y "las sequías, que continúan siendo una amenaza".
Tomey quiere subrayar el papel "bastante desconocido que tiene la ingeniería a la hora de prevenir y sobre todo de reparar esos daños" a pesar de que su actuación es "muy destacada, por ejemplo, en infraestructuras críticas", y tiene un efecto dominó sobre la economía de un país.
"También es importante a la hora de aplicar herramientas de inteligencia artificial para la prevención y recuperación", algunas de las cuales están siendo desarrolladas en este momento. EFE