Madrid, 22 oct (EFE).- La valoración del estado de la cultura en España obtiene en 2024 una puntuación de 5,4 sobre diez, un aprobado que mejora en una décima el resultado del año anterior y alcanza su máximo desde 2011, cuando se inició la serie de encuestas para el Informe de la Cultura en España (ICE).
El informe, elaborado por el Observatorio de Cultura de la Fundación Alternativas, sobre una serie de encuestas realizadas en mayo y junio a un centenar de artistas y creadores, investigadores y críticos culturales, constata que la "creación" es la esfera de actividad mejor valorada (6,3) seguida del "uso y consumo de la cultura", 5,7.
La encuesta, presentada este martes en un acto en el que participa el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, puntúa también como "puntos fuertes" la "producción y edición" con un aprobado alto (5,6) seguida de la "distribución y comercialización", que permanece invariable, con un 5,2.
La esfera de "políticas públicas", que el año pasado consiguió por primera vez superar la barrera del aprobado con un 5,2, empeora la calificación a un 5.
La "proyección exterior y la cooperación cultural" persiste en un suspenso (4,5), pero es la remuneración de los creadores y la dificultad para vivir de su trabajo la que obtiene la nota más baja, (3,8).
Esta peor puntuación se mantiene invariable en las encuestas del ICE y es que la "remuneración justa" de los creadores sigue siendo el punto débil del estado cultural.
No obstante este 3,8 mejora dos décimas respecto a la encuesta de 2023, lo que sugiere un influjo positivo del Estatuto del Artista, cuyo reglamento fue aprobado por amplio consenso, pero debe completar su desarrollo.
Por sectores culturales, el sector de videojuegos y multimedia es el mejor valorado, con casi un notable (6,7), seguido del cine y la producción audiovisual (5,5).
Los sectores del libro y bibliotecas, música e industria discográfica coinciden con la media general (5,4).
En la banda baja del aprobado se sitúan la creatividad publicitaria y el diseño (5,2) y las artes visuales (5) y persiste en el suspenso el sector de las artes escénicas (4,7).
Atendiendo al rol profesional y en línea con ediciones anteriores, los gestores (productores, editores y distribuidores) detentan la visión más positiva del estado de la cultura, con un aprobado alto (5,9).
En el otro extremo, se sitúan los creadores (autores y artistas) que tienen una "visión pesimista" del estado de la cultura, que puntúan con un 4,7, marcando distancia con la visión general.
En una posición intermedia están los investigadores y críticos que actúan de balanza y se sitúan en el 5,2, muy cerca de la calificación promedio (5,4).
A fin de conseguir un retrato actual del estado de la cultura española y de las industrias culturales, la encuesta incluye, por primera vez, los derechos culturales.
En concreto, se pregunta sobre cuatro cuestiones: la libertad de expresión y creación artística, la participación cultural de la sociedad civil a través del derecho a los medios públicos de comunicación, la desigualdad de género en la producción y edición cultural y la regulación de la Inteligencia Artificial (IA).
Las puntuaciones que se obtienen a estas preguntas no son positivas: todas suspenden (entre el 4,2 y el 4,8), lo que evidencia que los encuestados perciben "déficits importantes" en el acceso a la cultura en condiciones de igualdad, derecho a participar en la vida cultural y protección de los creadores.
No obstante, la encuesta concluye que esta subida de una décima en el estado global (5,4) supone un "plus de confianza que puede parecer pequeño, pero que resulta significativo por la tendencia positiva que marca".
"A la mejora de la coyuntura económica y la paulatina recuperación de las cifras previas a la pandemia, se suma la voluntad política de dar continuidad a una hoja de ruta que privilegie la cultura con una mayor atención pública", señala el informe.
La encuesta también revela "el descontento" de los agentes culturales con los medios de comunicación tradicionales en relación a la cultura, tanto en el impulso a la promoción como a la diversidad cultural, que en ambos casos suspenden.EFE