Madrid, 22 oct (EFE).- La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) se suma a una campaña, que arranca este martes, para que la Inteligencia Artificial (IA) no use obras sin el consentimiento del autor. La declaración está avalada por 6.500 creadores tan relevantes como el actor Kevin Bacon, la actriz Julienne Moore, el músico Thom Yorke o el Premio Nobel Kazuo Ishiguro.
La directora general de la SGAE, Cristina Perpiñá-Robert, es una de las firmantes de la declaración, que además de músicos, escritores, actores, artistas y fotógrafos suscriben cerca de un centenar de asociaciones culturales y de la industria creativa y audiovisual.
La declaración subraya la "amenaza injusta" que supone para los autores "el uso sin licencia de obras creativas en el entrenamiento de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG)".
El texto, que se limita a la formación en IAG (la que se usa en el trabajo creativo), rechaza la formación sin licencia y asegura que "muchas empresas de IA generativa se capacitan en el trabajo de los creadores sin una licencia para hacerlo".
La SGAE, que representa a más de 130.000 creadores, anima a firmar esta declaración (en la web aitrainingstatement.org), que difundirá en redes sociales, desde este martes, con el ánimo de poner el foco en esta "amenaza tan importante" para los creadores y sus obras.
Y es que el trabajo de muchos artistas, músicos, actores, autores y otros creadores "está siendo explotado por empresas de inteligencia artificial".
La declaración, que también ha firmado el músico Börj Ulvaneus, el pianista Max Ritcher, el guitarrista y vocalista Robert Smith, el escritor James Patterson, la fotógrafa Lynn Goldsmith o el novelista William Boyd, considera que este es un "momento crítico" para los creadores de todo el mundo y recuerda que, precisamente, en Estados Unidos hay "múltiples demandas en curso debido a la capacitación sin licencia".
Por ello, la declaración y la campaña ponen el foco en el respeto a los derechos de autor, en la urgencia de que se regula la capacitación de las empresas de IA y la necesidad de escuchar directamente a los autores, cuyo trabajo se publica.EFE