Moncloa acusa a Ayuso de "irresponsabilidad" al poner excusas para no verse con Sánchez

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Madrid, 21 oct (EFE).- El Gobierno ha acusado este lunes a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de "irresponsabilidad" y "dejación de funciones" por negarse a reunirse con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y ha calificado de excusas que no casan con la realidad sus argumentos para esa decisión.

Fuentes de Moncloa han explicado después de la negativa de Ayuso que la reunión estaba prevista para el próximo viernes, día 25, porque es cuando correspondía de acuerdo con el orden protocolario establecido, pero que ella ha rechazado tanto esa fecha como cualquiera otra alternativa.

Hacen hincapié en que es la primera y la única autoridad autonómica que se niega a participar en una ronda que consideran que se está desarrollando con normalidad institucional y en la que se están tratando multitud de temas de vital importancia para la ciudadanía.

Ante esa decisión, el Gobierno recalca que por encima de las diferencias políticas, cree en el normal funcionamiento de las instituciones y en la necesaria colaboración entre todas las administraciones.

Por ello expresan que reunirse y dialogar, dirimir diferencias de manera respetuosa y escuchar las opiniones ajenas es un elemento básico del funcionamiento de nuestra democracia.

"No participar es una irresponsabilidad y una dejación de funciones", insisten las fuentes de Moncloa, que consideran las razones esgrimidas por Ayuso para no acudir a la reunión con Sánchez "dos excusas de difícil encaje con la realidad y contradictorias entre sí".

La primera de ellas es que estas reuniones se producen en el marco de un debate sobre el modelo del sistema de financiación, y el Gobierno interpreta que no es de recibo usar discrepancias en este ámbito para violentar la normalidad institucional que supone que los presidentes autonómicos se reúnan con el jefe del Gobierno para tratar temas de interés para los ciudadanos.

Así creen que lo demuestran las doce reuniones ya celebradas con presidentes de cuatro partidos políticos diferentes, incluidos varios del Partido Popular, y en las que no ha habido una agenda cerrada.

Por el contrario, explican que son una oportunidad para debatir y compartir preocupaciones de los ciudadanos y buscar soluciones conjuntas entre todas las administraciones.

El segundo argumento de Ayuso se refiere a las declaraciones de Sánchez en Bruselas el pasado jueves sobre la pareja de la presidenta madrileña.

Al respecto, Moncloa afirma que no difamó a nadie, sino que solo recordó los delitos fiscales cometidos por su pareja y que esa persona ha confesado.

Al renunciar a hablar con Sánchez, el Gobierno recalca que a quien daña Ayuso es a los madrileños, al hacer que sus problemas pasen a un segundo plano frente a su única prioridad política: la confrontación sistemática y permanente con el Ejecutivo.

Una actitud que opinan que es una curiosa forma de luchar contra el deterioro institucional por el que Ayuso dice estar preocupada.

El Gobierno afirma que los madrileños merecen que sus necesidades sean escuchadas, y, así, cuestiones clave como la vivienda, el acceso a servicios públicos o la calidad de las infraestructuras son competencias compartidas que requieren que haya buena interlocución entre los gobiernos central y autonómico.

Por ello añaden que por encima de las personas que ostentan cargos están las instituciones que representan, y de nada sirve a los madrileños que su Gobierno quede la margen del diálogo que el Ejecutivo de España mantiene con el resto de comunidades. EFE

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