Marta Nieto explora el grado de permeabilidad social en las nuevas identidades de género

Guardar

Valladolid, 21 oct (EFE).- En su primera película de ficción, estrenada este lunes en la 69ª Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), la actriz y directora Marta Nieto explora el grado de flexibilidad social en cuestiones como las nuevas identidades de género que aborda en "La mitad de Ana".

La legítima y necesaria búsqueda de uno mismo, además de la aceptación del entorno, son también algunos de los rasgos de este trabajo que Marta Nieto (Murcia, 1982) ha dirigido, escrito e incluso protagonizado: "Dirigirse a sí misma es de los más difícil", coordinar dos roles "es muy complicado", ha admitido.

Explora en cierto modo la misma temática que abrió con "Son" (2022), cortometraje que también estrenó en Valladolid, pero ahora abre el foco con todas las realidades, los puntos de vista que desata en su entorno la protagonista del filme, una pequeña de siete años interpretada por Noa Álvarez, que se siente extraña e interpela a todos desde la percepción masculina de su cuerpo y espíritu.

"Es un conflicto que tiene que ver con lo que pasa y con el modo en que se puede cambiar el punto de vista sobre lo que ocurre: que es a través de una crisis como detonante", ha explicado durante una rueda de prensa la directora y actriz que descubrió Antonio Banderas en "El camino de los ingleses" (2006).

Un carrusel de emociones contenidas refleja este poema visual que recoge la amplia variedad de perspectivas y traspasa la angustia que embarga a la pequeña protagonista en su microcosmos escolar y familiar con sus padres separados.

A medida que avanza el grado de aceptación de la diferencia, la madre emprende un viaje emocional para reencontrase con su hija pero también con ella como persona: angustiada como madre, separada de su pareja, problemas económicos y una vocación frustrada en Bellas Artes.

Todas las piezas encajan cuando se amplía el foco de la mirada con que se afronten los problemas, de ahí que el título del filme ("La mitad de Ana") insinúe "la otra mitad, la que no se ve y guarda relación directa con aquello que ha ella ha dejado de ser y hacer tras criar en solitario a un hijo".

Son las caras ocultas del cubo donde se sostiene el mundo que la artista Ángeles Santos (1911-2013) pintó en 1929, a los 17 años de edad, un gran lienzo de tres por tres metros expuesto en el Museo Reina Sofía, donde trabaja como celadora Ana, y que a lo largo de la película sirve de anclaje "para entender lo que ella tiene en la cabeza", ha apuntado.

Diversidad funcional

Además de un homenaje a la pintora Ángeles Santos, insólita militante del surrealismo español, "La mitad de Ana" atesora una calculada carga de guiños a las diversidades funcionales o personas con diferentes capacidades como los minusválidos físicos y visuales.

Guarda también una "vocación de intentar generar un imaginario más amplio, donde quepan personajes de todo tipo", ha justificado porque "todos tienen derecho en el mundo", ha apostillado. EFE

rjh-fsm/aam

Guardar