Pamplona, 21 oct (EFE).- Investigadores de la Dirección General de Cultura del Gobierno de Navarra han encontrado en el complejo minero de Lantz una inscripción paleohispánica de 2.000 años de antigüedad, que supone el hallazgo de estas características más septentrional de Navarra y el único de toda la Península Ibérica en el interior de una mina.
Esta inscripción, informa el Gobierno de Navarra en un comunicado, no es solo importante por la excepcionalidad de su contexto arqueológico, sino porque constituye un nuevo documento de la alfabetización antigua en el territorio en una época en la que los procesos de romanización y latinización estaban ya avanzados, pero en la que las lenguas vernáculas seguían utilizándose y también escribiéndose.
La inscripción se sitúa a 61 metros de la boca de la cueva y a 18 metros de profundidad, tras superar una gatera de 15 metros. Está grabada sobre la pared norte, a 84 centímetros del suelo, sobre un estrato que alterna arcillas y gravas.
Los tres signos identificados, inscritos en la arcilla, ocupan una superficie de 23 centímetros de largo por 13 de ancho. Están escritos con un instrumento punzante, pero de punta roma.
Los tres signos pertenecen a un signario paleohispánico, y pueden transcribirse como ‘ikae’ o ‘igae’. Dada la brevedad del texto y la falta de apoyos comparativos, resulta complicado determinar con seguridad en qué variedad de los signarios paleohispánicos está escrita y a qué lengua hay que atribuirla.
No obstante, teniendo en cuenta el lugar de hallazgo, existe la posibilidad de que se trate de una inscripción vascónica, hipótesis que estaría apoyada por la similitud con palabras vascas como ‘ik(h)ai’ (pendiente), empleada por el poeta en lengua vasca del siglo XVII Arnaud Oihenart, cuyo significado sería compatible con el lugar en el que se grabó el texto.
En todo caso, la escasez de conocimientos sobre la realidad lingüística de la época obliga a tomar esta hipótesis con cautela, señala el Gobierno de Navarra. EFE