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Valencia, 21 oct (EFE).- Un millar de valencianistas protestaron en la noche de este lunes a las puertas de Mestalla, frente a la salida del palco VIP del estadio, rodeado por un cordón policial, que incluso cargó contra varios aficionados del Valencia tras desplazarse hacia la salida de los futbolistas del estadio.
Los aficionados del Valencia, que ya se habían concentrado en la previa del partido para denunciar "la tiranía de Lim", estuvieron durante veinte minutos tras el final del partido frente al palco de Mestalla, antes de acudir al aparcamiento de los futbolistas dentro del estadio, una zona de la que fueron obligados a salir mediante cargas, por lo que se movilizaron desde ahí a la sede social del club, a pocos metros del estadio.
Varios furgones policiales protegieron ambas zonas, tanto el estacionamiento dentro de Mestalla como la sede social del club, enfrente del estadio, hasta hora y media después del encuentro, mientras la práctica totalidad de los jugadores continuaban dentro de Mestalla tras la derrota por 2-3 ante Las Palmas, que sitúa al Valencia como el colista de la Primera División.
Los aficionados valencianistas protestaron desde el 1-2 y sacaron pañuelos blancos contra la deriva de Meriton Holdings en el equipo, que acumula seis puntos en las diez primeras jornadas de Liga tras perder contra el último clasificado y acumular su octava jornada seguida en puestos de descenso.
"A por ellos, oé", "Queremos una bomba en Singapur" o "No vais a salir" fueron algunos de los cánticos que los aficionados corearon a las puertas de un estadio en el que la afición también sacó los pañuelos blancos tras el segundo tanto de Las Palmas, cuando el equipo insular culminó la remontada.
El valencianismo también denunció durante el partido el declive de su club en este último lustro y, además de los cánticos de 'Peter, vete ya', recurrentes durante los últimos cursos en Mestalla, se escucharon gritos ante el director corporativo, Javier Solís, el director deportivo, Miguel Ángel Corona, o la presidenta, Layhoon Chan. EFE
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