Irún (Guipúzcoa), 21 oct (EFE).- El Bidasoa-Irun, en su mejor momento de la temporada, se enfrenta este martes en la Liga Europea al CSM Constanta de Rumanía para consolidar el liderato de grupo que ostenta tras las dos primeras jornadas.
El conjunto entrenado por Álex Mozas ha dado un cambio radical en cinco días tras su derrota inesperada en liga Asobal contra el Ademar León, en la que el equipo tocó fondo a pesar de que emitía sensaciones positivas en algunas facetas del juego.
Una victoria posterior en casa del líder de la liga sueca, el Ystads, rubricada este sábado con otro triunfo de prestigio a domicilio en Torrelavega ha puesto la moral por las nubes en el entorno bidasotarra y ha alejado unos fantasmas con los que la plantilla no debía de convivir por más tiempo.
Ahora, nuevamente con el traje europeo, debe de cerrar la primera vuelta de la fase de grupos ante un Constanta rumano que ha sumado un punto y que marcha tercer clasificado en la competición doméstica de su país, liga que lidera con un puño de hierro el Dinamo Bucaresti del español David Davis.
No será un encuentro sencillo pero ahora los aficionados otorgan la etiqueta de favorito a un Bidasoa-Irun que muestra una defensa que roza la perfección y que tiene en plenitud al portero argentino Leo Maciel, que ha rozado el 40 % de acierto en los dos últimos compromisos.
El apartado físico vuelve a ser el más preocupante porque el zurdo Julen Mujika se recupera de un esguince de tobillo, Pedro Pacheco sigue de baja por un problema muscular y habrá que ver las secuelas que dejó el choque ante el Batcho Torrelavega con varios jugadores tocados. EFE
cr/rh/jag