Madrid, 20 oct (EFE).- Un presunto yihadista, que se definía a sí mismo como "lobo solitario" y que se sospecha que estaba planeando un atropello masivo, se enfrenta el martes en la Audiencia Nacional a una petición del fiscal de siete años de cárcel por delitos de autocapacitación terrorista y enaltecimiento.
"La hora ha llegado". Con esta frase los investigadores creen que el acusado, A.H., en prisión provisional desde junio de 2022 tras haberse establecido en España un año antes, anunciaba estar dispuesto a cometer un atentado, presumiblemente utilizando una furgoneta, según se desprende de sus búsquedas en internet.
En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal sostiene que el acusado, "tras su adoctrinamiento y autocapacitación", que le llevó a prestar juramento de lealtad al Dáesh, y a cuyas filas en zona de conflicto intentó ingresar en 2015 y 2020, "tomó la decisión de actuar violentamente" como "lobo solitario".
Para llegar a esta conclusión, el fiscal se basa en la búsqueda de alquileres de furgoneta que hizo en internet el 22 de marzo de 2022, después de hacer una captura de pantalla de una publicación en la red social X sobre el atentado dos días antes en el carnaval de Strepy- Bracquegnies, en Bélgica, mediante el atropello a un grupo de entre 150 y 200 personas, de las que seis fallecieron.
Indicios que enlaza con la citada conversación de WhatsApp, fechada el 31 de agosto de 2020, y otras más adelante hasta su detención, en las que insiste: "La hora ha llegado"; ”Hay un solo camino y no hay vuelta atrás"; "La hora ha llegado, preparado para lo que venga”; ”Ligero y con poco, preparado para lo que venga”.
Idea que repite el 17 de febrero de 2021 y el 26 de mayo de 2022, indica el fiscal, que destaca que en su móvil se encontró un juramento de lealtad al Dáesh, documento que ha sido datado entre el 31 de diciembre de 2019 y el 3 de febrero de 2022, con "la fórmula exacta que ha de recitarse antes de cometer un atentado".
Su presencia en España, con carácter intermitente, se remonta a noviembre de 2018, hasta que en 2021 se estableció en Alicante, donde fue detenido.
Según el fiscal, cuando llegó a España se encontraba en "un proceso de progresiva radicalización a través de internet, durante el cual adoptó la idea de la yihad violenta y se autocapacitó para realizar acciones terroristas, habiendo finalmente decidido pasar a la acción".
En su un teléfono móvil se le intervinieron más de 157.800 archivos multimedia y 1.100 documentos.
En su mayoría de publicaciones de medios afines a organizaciones yihadistas, en las que se encuentran incluso manuales para la confección o uso de armas, y artefactos explosivos.
También tenía en su poder un centenar de las ediciones completas de la revista Naba, de la revista Rumiyah o de la revista Dabiq, todas ellas publicaciones del Dáesh.
En estas publicaciones se invita a cometer atentados con vehículos o se dan instrucciones acerca de cómo cometer ataques con arma blanca, "especificando zonas corporales óptimas para causar más daño".
Asimismo, fue hallado un documento sobre preparación física, donde se encuentran alusiones al uso de fusil de asalto AK47.
Entre todos archivos, figuran también múltiples contenidos de extrema violencia de incitación martirio, y que alaban o idealizan la figura del mártir y el paraíso y elogian a los muyahidines que combaten a los infieles.
De entre todos, el fiscal destaca uno del 20 de abril de 2022, dos meses antes de la detención del investigado, que contiene un llamamiento a los lobos solitarios en Occidente para que actúen. EFE