Logroño, 19 oct (EFE).- El Logroño La Rioja viaja a Benidorm casi obligado a ganar, porque sus derrotas en casa le han dejado muy necesitado de puntos para no perder mucho terreno respecto a las primeras posiciones de la Liga Asobal.
Desde que comenzó la temporada el entrenador del Logroño, Miguel Ángel Velasco ha tratado de rebajar la presión sobre su equipo lanzando el mensaje de que liga está totalmente igualada y de que su equipo no está obligado a situarse en la zona alta.
Pero su mensaje no solo contrasta con el hecho de que mantiene gran parte de la plantilla del año pasado sino que tampoco coincide con la aspiración de volver a los puestos europeos del club.
En cualquier caso, el equipo riojano ha empezado mal la temporada en su pista, donde no ha ganado todavía, y eso le obliga a "compensar" con triunfos fuera, como el que busca mañana en Benidorm, ante un rival con el que ahora mismo está igualado en la tabla.
El concurso de Javi García, con problemas físicos en las últimas semanas, puede ser muy importante, dado su potencial en el puesto de pivote, superior al de sus rivales; además Tuá también llega justo al encuentro.
"Sabemos que si hacemos las cosas bien podemos llevarnos puntos", ha explicado a EFe el técnico de los riojanos, que llega al encuentro tras una derrota ante el Granollers en un choque en el que encajaron 42 puntos "que son muchos", ha admitido, "pero demostramos que podemos jugar a ese ritmo" aunque "hay que mantener la intensidad desde el principio".
Para él "el equipo dejó claro que tiene carácter y que puede jugar a un ritmo alto, pero es cierto que fuera de casa es más difícil controlar el partido".
EFE
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