Madrid, 19 oct (EFE).- La Política Agraria Común (PAC) 2023-2027, considerada la más verde de la historia, ha suavizado algunos de sus requisitos medioambientales con una serie de cambios para simplificar y flexibilizar su aplicación, que abarcan también otros aspectos como el cuaderno digital y las fotos geoetiquetadas.
Las modificaciones al Plan Estratégico de la PAC (Pepac) en España han sido consensuadas entre el Gobierno y las comunidades autónomas, fueron aprobadas por la Comisión Europea (CE) y forman parte del paquete de 43 medidas comprometidas por el Ejecutivo para mejorar la situación de los agricultores y ganaderos después de numerosas protestas en toda España.
Estos son algunos de los principales cambios, casi dos años después de que comenzara el actual periodo de la PAC, que en este 2024 ha abonado ya 4.830 millones de euros hasta el pasado 13 de octubre, cantidad que supone 34 millones más que hasta la misma fecha del año anterior.
Algunas de las novedades más notables se encuentran en los cambios introducidos a las obligaciones que establecen las llamadas "buenas condiciones agrícolas y ambientales" (BCAM), que flexibilizan la aplicación de controles y las penalizaciones en materia de condicionalidad.
A la BCAM 5, relativa a la gestión de la labranza, se han añadido nuevas excepciones para su cumplimiento en las parcelas de menor tamaño; y en la BCAM 6, acerca de la cobertura mínima del suelo, ahora se puede llevar a cabo la práctica del abonado en verde, entre otras cosas.
Han cambiado también las obligaciones sobre la rotación de cultivos que establece la BCAM 7, y ahora los agricultores pueden llevar a cabo únicamente una diversificación anual en su explotación y también una sola rotación.
Finalmente, se ha eliminado la obligatoriedad de dejar un porcentaje de la superficie de la explotación no productiva a la que se refiere la primera obligación de la BCAM 8.
En relación con estas condicionalidades reforzadas, y con el objetivo de "aumentar o mantener la productividad del suelo", han quedado exentos de controles y de penalizaciones a los beneficiarios de ayudas cuya explotación sea igual o inferior a 10 hectáreas de superficie agraria declarada.
Esta modificación beneficia a unos 345.000 pequeños agricultores, el 55 % del total de perceptores de ayudas de la PAC en España.
En materia ambiental también se ha flexibilizado la gestión de los ecorregímenes, que priman prácticas beneficiosas para el medioambiente, con distintas flexibilidades.
Se busca, entre otros aspectos, mejorar la acogida de la siega sostenible, facilitar la rotación con especies mejorantes o modificar las prácticas de cubiertas incluidas en cultivos leñosos, permitiendo, por ejemplo, el establecimiento de cubiertas en calles alternas o labores verticales en ciertas épocas del año.
Otros de los cambios introducidos es la voluntariedad en el uso de fotos geoetiquetadas, al que seguirá voluntariedad del cuaderno digital de explotación.
Aunque su texto fue sometido a audiencia pública en el mes de junio, tendrá alcance retroactivo una vez que se apruebe.
Se han modificado también las intervenciones sectoriales relacionadas con los fondos y programas operativos del sectores hortofrutícola, vitivinícola y apícola, con el objetivo de realizar ajustes financieros y de adaptación al mercado, junto a cambios de diversos aspectos de índole técnica. EFE