La economía china coge impulso en el tercer trimestre, pero necesitará más estímulos

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Shanghái (China), 18 oct (EFECOM).- La economía china creció un 0,9 % en el tercer trimestre, dos décimas más que entre abril y junio, un dato que pese a ser algo inferior a lo que pronosticaban los expertos, supone un paso adelante para una economía que intenta recuperar su alto ritmo de crecimiento, apoyada en las nuevas medidas de estímulo aprobadas por su Gobierno.

Pese a avanzar dos décimas respecto al segundo trimestre, los expertos pronosticaban que la economía china crecería un punto porcentual completo, lo que les lleva a pedir más estímulos, ante una recuperación que tildan de inestable.

Si se tienen en cuenta los datos interanuales, el PIB subió al cierre de este tercer trimestre un 4,6 por ciento, por debajo de lo logrado en los dos trimestres precedentes, un 5,3 por ciento en el primero y un 4,7 por ciento en el segundo.

La Oficina Nacional de Estadística (ONE), no obstante, habló de una "tendencia estable de crecimiento" y de "factores positivos" que se "acumulan" para favorecer la recuperación económica, incluso pese a un "entorno exterior complicado y grave" y a "nuevas situaciones y nuevos problemas en el desarrollo económico nacional".

Y es que datos económicos clave de septiembre publicados también hoy superaron expectativas: la producción industrial pasó del 4,5 % al 5,4 %, con una tendencia similar en ventas minoristas (del 2,1 % al 3,2 %) o en desempleo en zonas urbanas (del 5,3 % al 5,1 %).

La inversión en activos fijos, que venía dibujando una línea descendente en los últimos meses, se mantuvo en un incremento acumulado del 3,4 % entre enero y septiembre. La destinada a inversión inmobiliaria cayó un 10,1 % interanual, aunque ese descenso es 0,1 puntos menos profundo que el registrado en agosto.

En cualquier caso, la ONE reiteró su ya habitual advertencia de que "los cimientos para una recuperación económica sólida y para el crecimiento todavía deben ser reforzados".

Y es que los datos llegan bajo una coyuntura poco halagüeña, con lo que las autoridades chinas tomaron la iniciativa hace unas semanas anunciando una serie de medidas de estímulo con el objetivo de impulsar el consumo, frenar la crisis inmobiliaria y prestar apoyo a los mercados de valores del país.

 Pendientes de los estímulos fiscales

Algunos expertos creen que las medidas son "un paso en la dirección correcta", pero "insuficientes" para reavivar la recuperación económica china, a menos que venga acompañado de un mayor gasto público.

Zhang Zhiwei, economista de Pinpoint Asset Management, asegura que este impulso a los planes de estímulo deriva de la preocupación de las autoridades por la posibilidad de no cumplir con el objetivo oficial de crecimiento de "en torno a un 5 %" para este año: "Será difícil de conseguir si esta tendencia se mantiene".

Tras los anuncios, y pese a que todavía faltan detalles cruciales como el tamaño final del paquete de estímulos fiscales, Goldman Sachs elevó su previsión de crecimiento del PIB chino para 2024 del 4,7 % al 4,9 %. Los últimos pronósticos del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial son del 5 % y el 4,8 %, respectivamente.

Dada la situación, el presidente chino, Xi Jinping, ha llegado a pedir a los funcionarios del Partido Comunista (PCCh) que hagan "todo lo posible" en el cuarto trimestre para "alcanzar los objetivos" de 2024.

Zichun Huang, de Capital Economics, cree que, tras un trimestre en el que la economía volvió a "coger inercia", los estímulos fiscales ayudarán a Pekín a conseguir sus objetivos anuales y a apuntalar la actividad en los próximos trimestres, "aunque eso no impedirá que el crecimiento frene de nuevo hacia finales del año que viene".

"La recuperación (económica) sigue teniendo cimientos tambaleantes", indica la experta, que apunta que "mucho dependerá de la aplicación de esos estímulos fiscales".

"Si bien el Ministerio de Finanzas no ofreció una cifra específica sobre el tamaño del paquete de estímulo fiscal (...), sí se comprometió a utilizar los fondos existentes para impulsar el gasto fiscal en el cuarto trimestre y dejó entrever una expansión del déficit presupuestario el año que viene", explica Huang.

La baja demanda nacional e internacional, unida a riesgos de deflación, estímulos insuficientes, una crisis inmobiliaria que no ha tocado fondo o una falta de confianza en el seno de los consumidores y el sector privado son algunas de las causas que esgrimen los analistas para explicar lo que ocurre en la segunda mayor economía mundial. EFECOM

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