Oviedo, 18 oct (EFECOM).- El tren de alambrón que ArcelorMittal tiene en su factoría de Veriña, en Gijon, se mantendrá parado diez días a partir de este viernes, en tanto que la acería dejará de producir durante nueve jornadas a partir del próximo lunes por la falta de pedidos, debido a la entrada masiva de productos siderúrgicos de terceros países en la UE.
Según fuentes de la multinacional siderúrgica consultadas por EFE, la parada del tren de alambrón entre hoy y el 27 de octubre, ambos incluidos, afectará a unos 180 trabajadores de la factoría gijonesa aunque no todos se verán afectados por el expediente temporal de regulación de empleo, ya que muchos podrán acogerse a descansos, vacaciones o reconocimientos médicos pendientes.
En el caso de la acería, serán 280 empleados los que se verán afectados en la misma medida entre el 20 y el 28 de octubre, como ya ha pasado en otras ocasiones a lo largo del año en los que se han llevado a cabo paros intermitentes de la actividad para ajustar la producción al mercado.
La producción de acero se planifica en función de la situación del mercado y cuando la cartera de pedidos es muy floja, y para no seguir produciendo a pérdidas, dados los pequeños márgenes de beneficio, la multinacional programa estos paros intermitentes.
Los altos volúmenes de importaciones de acero barato de terceros países como China, Turquía y otros países asiáticos, que cuentan con una "ventaja competitiva enorme", que no pagan por derechos de emisión de C02 y que tienen una sobrecapacidad de producción, están distorsionando el mercado y provocando una baja demanda del acero español.
Además, el acero español ve afectada su competitividad por el diferencial de los costes energéticos respecto al que se produce en otros estados comunitarios como Francia o Alemania, según la multinacional.
Hace dos días, la patronal europea del acero Eurofer reclamó a los líderes de la Unión Europea que tomen "medidas urgentes" para reflotar un sector que atraviesa "su peor crisis" en más de una década por la "sobrecapacidad global del acero", el "comercio desleal" y los altos precios de la energía.
La industria siderúrgica asegura que si no se aplican "medidas urgentes, será difícil en la mayoría de los Estados miembros de la UE preservar una industria del acero resiliente y sostenible que pueda invertir en nuestros ambiciosos proyectos de descarbonización para 2030 y más allá".
"La producción de acero en la UE ha disminuido un 30 % desde 2008, alcanzando los 126 millones de toneladas en 2023", y las reestructuraciones han llevado "a la pérdida de casi 100.000 empleos en los últimos 15 años", mientras la utilización de capacidad ha caído hasta niveles "inviables" del 60 %, dicen las acerías.
Añaden que existe una sobrecapacidad de acero en el mundo de 551 millones de toneladas en 2023 a las que, según la OCDE, se agregarán otras 157 millones de toneladas para 2026, utilizando "principalmente tecnología de producción de acero convencional muy intensiva en carbono". EFECOM