La acusación particular y la Fiscalía piden que se prorrogue la prisión preventiva al condenado a 17 años de cárcel por rociar con gasolina y prender fuego a su casero, a la pareja de éste y herir a su propia sobrina el 14 de diciembre de 2020 en su piso de Barcelona.
En una vistilla celebrada este jueves en la Audiencia Provincial de Barcelona, la acusación particular, que ejercen los abogados Mónica Aguilar y Jaume García, ha pedido que el interno continúe en el centro penitenciario de Brians hasta que se resuelva el recurso presentado por su defensa ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), ha podido saber Europa Press de fuentes judiciales.
La defensa del condenado ha solicitado que se le aplique una medida menos gravosa hasta que la sentencia devenga firme, como la comparecencia periódica en los juzgados o que se le coloque una pulsera telemática.
LA CONDENA
La Sección 5 de la Audiencia de Barcelona lo condenó en julio de 2024 a 17 años de prisión por rociar con gasolina y prender fuego a su casero y a la pareja de éste y herir a su propia sobrina en diciembre de 2020 en su piso de Barcelona.
La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, considera probado que el condenado cogió un bidón de gasolina y roció completamente a su casero y a la pareja de éste y les prendió fuego con un mechero "con ánimo de causar la muerte de sus vecinos o, cuanto menos asumiendo las altas posibilidades de que ello sucediera".
Según el fallo, el acusado asumió que su comportamiento podría ocasionar lesiones a su propia sobrina, que estaba a pocos metros de las víctimas, que no podía salir sin atravesar la línea de fuego y que sufrió quemaduras en el 10% de su cuerpo.
El casero sufrió quemaduras en el 30% de la superficie corporal, que le afectaron mayoritariamente a las extremidades inferiores y los genitales y precisó de una intervención quirúrgica para colocarle injertos.
Como consecuencia, tiene que utilizar un traje especial para grandes quemados que debe renovarse anualmente, debe someterse a controles evolutivos y sufre un trastorno depresivo y de estrés postraumático.
La pareja del casero resultó con el 16% del cuerpo quemado, por lo que tuvo que someterse a una operación quirúrgica, estuvo hospitalizada 39 días y tiene secuelas psicológicas y físicas, sobre todo en las piernas y en la región cervical, donde las cicatrices le provocan la retracción del mentón.
Por estos hechos, el tribunal lo condenó a 7 años de prisión por cada uno de los dos delitos de homicidio intentado por el ataque a su casero y a la pareja de éste y a 3 años más como autor de un delito de lesiones por la agresión a su sobrina.
Además, en concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar con un total de 136.853 euros a las víctimas por las lesiones y las secuelas causadas.