Madrid, 17 oct (EFE).- La firma de lencería Andrés Sardá, que ha cautivado a Lady Gaga, Beyoncé, Rhyanna o Monica Belluci, ha invertido dos años en actualizar su concepto de marca para reposicionarse con cambios notables como reducir su nombre -solo Sardá- adoptar una imagen más digital y democratizar sus precios, "ahora más asequibles".
Así lo explica a EFE Nuria Sardá, directora creativa de la firma, desde que su padre Andrés Sardá (Barcelona, 1929-2019) se retiró de la primera línea. Fue él quién en 1962 fundó la marca, una iniciativa que parte del hecho de pertenecer a una saga familiar vinculada a la industria textil, que comenzó a fabricar mantillas de encaje de alta calidad a finales del XIX.
"El mundo cambia, nuestras consumidoras también y si no nos movemos las perdemos", admite Nuria Sardá (Barcelona, 1968), quien añade que buscan un "posicionamiento más joven, más digital y más económico" con la intención no solo de que "nuestras clientas sigan comprando, sino de atraer a una nueva generación 'millennial' que se acerque a las tiendas", una manera de apoyar a los espacios físicos.
Un cambio que ya ha dado resultados a pesar de que la inercia lleva a las clientas de esta generación a la compra 'on line': "Las ventas en tienda han subido", confirma la diseñadora.
"Hemos observado que les encanta que les den un buen consejo sobre qué les sienta mejor, tocar las prendas y comprobar su calidad", añade Sardá sobre este tipo de compras, que además apoya un comercio de proximidad más ecológico y sostenible.
En 2008, el grupo de ropa interior belga Van de Velde, ya propietario de otras dos firmas lenceras, PrimaDonna y Marie Jo, compró Andrés Sardá. Es ahora cuando ha decidido relanzar esta marca con una colección más joven, pero también dirigida a la clienta tradicional.
"Una misma mujer se puede vestir de muchas maneras" y eso también tiene que ver con la elección de su ropa interior; por eso, ha regresado "a la esencia de los básicos" con prendas "originales y de calidad" donde la comodidad es lo importante.
Con una nueva identidad, la firma vuelve a pensar en desfilar en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, después de alejarse durante casi dos años. "Echamos de menos la pasarela", señala, y explica que focalizarán la comunicación en redes para llegar a un público internacional.
El mercado exterior de la firma se centra en Alemania, Francia, Bélgica o Italia y Estados Unidos. EFE