Almería, 17 oct (EFE).- La Audiencia de Almería ha impuesto penas de hasta seis años de prisión a 13 de los 19 detenidos por la Guardia Civil por su pertenencia a una red criminal dedicada a favorecer la inmigración irregular mediante rutas rápidas en pateras taxi desde el norte de África hasta la costa almeriense.
Al cabecilla del grupo le han impuesto seis años de cárcel; a otros tres condenados, cuatro años y medio de prisión; a otros dos, dos años y medio de cárcel y multas; a otro tres, ocho meses de cárcel; a otro de los acusados un año y ocho meses de prisión; a dos más, un año de cárcel, y al último, una multa.
Otro de los acusados ha resultado absuelto, al no quedar probado que trasladase a ningún inmigrante, mientras que cinco de los detenidos no han podido ser juzgados al encontrarse en situación de rebeldía.
Según la sentencia consultada por EFE, gracias a las investigaciones de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil en Almería se "tuvo conocimiento de un entramado que favorecería la inmigración clandestina de personas procedentes fundamentalmente de Argelia, así como su posterior desembarco por puestos fronterizos no habilitados para ello".
De esta forma eludían el control por parte de las autoridades españolas y posibilitaban el tránsito por territorio español hasta llegar a Francia "obviando los procedimientos y normativa administrativa en materia migratoria tanto nacional como europea".
Crearon un sistema "estructurado, concatenado y temporalmente estable", en el que cada uno asumía una función definida que tenía como objetivo la recepción de los inmigrantes, facilitando el desembarco, ocultación en los inmuebles con los que contaba la red y el traslado a la frontera francesa, todo ello a cambio de determinadas cantidades de dinero -entre 4.000 y 5.000 euros, en función de tipo de servicio-.
El principal acusado, conocido como Chillón, era el que mantenía un contacto directo con los organizadores de las singladuras, por lo que previamente informado de la fecha, hora de salida y punto de desembarco de las pateras-taxi desde Argelia, era el responsable de coordinar al resto del grupo, así como de repartir el dinero obtenido.
Entre sus principales colaboradores se encontraba el acusado responsable de recoger a los inmigrantes para trasladarlos a infraviviendas de un poblado chabolista, en el que finalmente eran recogidos por el cabecilla de la banda, así como otro hombre que se encargaba del control y custodia de estos extranjeros en una vivienda de Murcia, en la que permanecían hasta que eran transportados hasta la frontera con Francia.
El resto de acusados colaboraban en menor medida en la recogida, ocultación y traslado de los inmigrantes, que cuando no podían cruzar la frontera de modo inmediato se quedaban en un hotel de otro de los acusados.
Según informó en febrero del año pasado, la Guardia Civil, los detenidos en la operación Flixita aprovechaban además los traslados para enviar objetos sustraídos en España, principalmente teléfonos móviles, y traficar con drogas como cocaína, metanfetamina o anfetamina, desde España hasta Argelia.
En muchas ocasiones sincronizaban varias salidas simultáneas de embarcaciones rápidas con la finalidad de desbordar el trabajo de la Guardia Civil y dificultar su interceptación.
En la explotación de esta operación fueron arrestadas 19 personas en distintas localidades de Almería y Tarragona.
Se intervinieron 17 embarcaciones, dos vehículos, más de 48.000 euros en metálico, 90.000 pastillas de éxtasis, más de 600 gramos de cocaína de alta pureza y dispositivos móviles. EFE
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