Javier Díaz
Barcelona, 16 oct (EFECOM).- El anuncio por parte del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, de que se propone cuadruplicar el tamaño de la Agència Tributària de Catalunya para poder gestionar todos los impuestos aboca a la ATC a absorber personal de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) en Cataluña.
Fuentes del sector consultadas por EFE aseguran que esa es la vía más lógica para crecer en personal especializado en la liquidación de impuestos, dado que la ATC tiene actualmente 855 empleados, frente a los aproximadamente 3.800 empleados de la AEAT en Cataluña.
La AEAT tiene, por tanto, cuatro veces más personal en Cataluña que la ATC, por lo que contar con la plantilla de la AEAT es clave para aspirar a gestionar todos los impuestos, ya que las propias convocatorias de personal que pueda lanzar la ATC en los próximos años resultan insuficientes para cuadruplicar de forma relativamente rápida el tamaño de la llamada Hacienda catalana.
Según consta en la memoria de la Agència Tributària de Catalunya de 2023, ese año la plantilla del ente, que tiene su sede central en la Zona Franca de Barcelona, aumentó un 5,8 %.
Otro dato importante para hacerse una idea de la limitación actual de recursos humanos por parte de la ATC es que apenas un 34,2 % del total del personal pertenece a los cuerpos tributarios especializados en gestión e inspección.
Nacida en 2008 con 350 personas en plantilla, la ATC ha ido creciendo paulatinamente en gestión de impuestos.
Durante muchos años, la Generalitat tuvo delegada a los registradores de la propiedad la gestión de los Impuestos de Sucesiones y Donaciones y también el de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, dos de sus impuestos más importantes.
Pero en septiembre de 2017, en un contexto marcado por el referéndum independentista, se quedó con unos 280 oficiales que trabajaban en esas oficinas liquidadoras de los registradores y pasó a gestionar directamente ambos impuestos.
También entonces se hizo cargo de la recaudación ejecutiva de los impuestos propios y cedidos, es decir, del cobro de impagos, función encargada hasta ese momento a la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), que también se encargaba del cobro de las multas pendientes del Servicio Catalán de Tráfico.
El principal reto que tiene por delante la ATC es hacerse cargo del IRPF a partir de 2026, una misión que le obliga a prepararse para dar un salto importante en personal.
Aunque el president no ha cuantificado en qué plazo la ATC podría cuadruplicar su tamaño, el escenario esbozado por el president lleva a proyectar una ATC con más de 3.400 empleados en un futuro próximo.
En esta línea, la anterior consellera de Economía, Natàlia Mas, de ERC, admitió a finales de julio que si la ATC debía gestionar todos los impuestos soportados en Cataluña ello pasaba por "absorber gran parte" del personal de la Agencia Estatal de Administración Tributaria en Cataluña.
La consellera de Economía de la Generalitat, Alícia Romero, por su parte, aseguró en su primera comparecencia ante el Parlament, a mediados de septiembre, que la ATC tenía un reto "gigantesco" por delante, ya que deberá gestionar todos los impuestos generados en Cataluña partiendo de menos de 900 trabajadores.
La Agència Tributària de Catalunya es un organismo que la Generalitat puso en marcha el 1 de enero de 2008, al amparo del Estatut.
Además de Sucesiones y Donaciones y de Transmisiones Patrimoniales, ambos impuestos cedidos, la ATC también gestiona impuestos propios como la tasa turística, el del juego, el de emisiones contaminantes de los vehículos, de viviendas vacías o el de bebidas azucaradas, entre otros.
Las 3.800 personas de la AEAT en Cataluña se distribuyen en más de una treintena de inmuebles situados en las cuatro provincias, entre delegaciones, administraciones y aduanas.
Los principales centros de la AEAT en Cataluña son la sede de la delegación especial de la AEAT en Cataluña, situada en la plaza Letamendi de Barcelona, y el centro ubicado en el paseo Josep Carner, junto al Puerto de Barcelona.
Se encargan de la gestión, inspección y recaudación de los tributos de titularidad estatal, como IRPF, Sociedades, Impuesto sobre la Renta de No Residentes, IVA e Impuestos Especiales, entre otras muchas funciones.
Las fuentes consultadas por EFE aseguran que, dando por sentado que la ATC necesita contar con el personal de la AEAT, la clave ahora es saber cómo poder disponer de parte de esta plantilla.
En ese punto, apuntan que una opción podría ser intentar consensuar una especie de consorcio o alguna una fórmula similar que blindara los derechos de los funcionarios de la AEAT ubicados en Cataluña, si bien por el momento no se ha abordado esta cuestión. EFECOM