Javier Herrero
Madrid, 15 oct (EFE).- En una era marcada por el "déficit de atención" y la novedad constante, una época especialmente "difícil" para un cantautor frente "al meme musical que impone TikTok", Ismael Serrano se rebela con un álbum que le ha permitido tomar perspectiva de su propia carrera y llevar sus canciones al formato sinfónico.
"Era un proyecto que me quemaba en las manos", reconoce en una entrevista con EFE, que se publicará el próximo viernes y que llega apenas un año después de la publicación de 'La canción de nuestra vida' (2023), su décimo y último disco de estudio con material inédito desde que en 1997 lanzara el primero, 'Atrapados en azul'.
Todo comenzó por su participación en un festival que le llevó al Teatro Colón de Buenos Aires a tocar sus canciones junto a una orquesta sinfónica con arreglos nuevos. "Eso no podía quedar en el olvido", pensó Serrano (Madrid, 1974), así que regresó a Argentina y grabó este "hito" en su carrera.
"Lo de hacer un disco sinfónico forma parte de la fantasía de todo músico, no porque dignifique las canciones, porque la canción popular tiene ya una dignidad genuina, sino porque es divertido y les da otro vuelo", señala.
Continúa en la senda de sus últimos discos de ir "en contra un poco del cliché del cantautor con su guitarrita", aunque sea un canon que también le gusta, y confiesa que "tiene una parte de celebración", de autocelebración, por el forzoso repaso personal al que obliga.
"Uno, que tiene la autoestima un poco frágil, de repente dice: 'Pues no escribo tan mal'", comenta con una sonrisa después de haberse permitido "la calma necesaria para coger perspectiva", en "un oficio muy exigente" en el que se ha instaurado "esa sensación de pedaleo constante para que la bicicleta no se caiga".
Lo achaca a las dinámicas instauradas por las redes sociales y se remite al comunicado de la cantautora Carmen Boza este pasado lunes, en el que anunciaba su retirada, hastiada de la "exigencia de estar permanentemente activa" en esas plataformas.
"Las redes, que son un monstruo que tienes que alimentar constantemente o el algoritmo te penaliza, nos han convertido en creadores de contenido. Nos está alejando de la música en tanto que se está desvirtuando el proceso creativo", denuncia.
En ese sentido, señala que si "el cantautor lo que hace es construir un relato", tiene ahora una misión "difícil en un contexto en el que el déficit de atención es el que es". "Para un cantautor es difícil aproximarse al meme musical que impone TikTok", subraya.
En una época de "ciberfetichismo" que celebra toda innovación tecnológica sin debate moral alguno, lamenta cómo "hay una generación que tiene totalmente desdibujados los límites entre lo público y lo privado", y que además anda sumida entre toneladas de desinformación.
"Las redes sociales y las IA están provocando fundamentalmente que la realidad pase a ser una opción. Es tan indistinguible lo que es verdad de lo que no, que al final la realidad va a ser lo que tú decidas, sobre todo cuando la información que recibes está dirigida a generar miedo", opina.
Él mismo se convirtió en protagonista involuntario hace solo unas semanas de una noticia falsa, cuando una denuncia le señaló junto a un colaborador como un hombre armado de "aspecto árabe" en el aparcamiento de unos grandes almacenes y la zona fue desalojada. El músico, en realidad, andaba con un trípode después de grabar la presentación de un libro infantil de su pareja.
"Cuando has estado en el centro de esa noticia y te das cuenta de todo lo que se está inventando, es aterrador", apunta.
En ese punto, respecto al plan de regeneración democrática aprobado por el Gobierno con medidas relativas a los medios de comunicación, reconoce las dificultades de "hacer una ley que combata los bulos y que sea absolutamente respetuosa con la libertad de expresión".
"Hay que exigir responsabilidades a las plataformas del contenido que ponen. Lo que hizo el Gobierno de Brasil en ese sentido me parece legítimo. Además, no me parece mal saber quién financia los medios", sostiene, antes de añadir la necesidad de que "los jueces se pongan las pilas".
Con la vista de vuelta a la música, el próximo 21 de febrero arrancará en el Wizink Center de Madrid su gira, que le llevará después a recorrer otras ciudades para tocar en auditorios junto a orquestas locales temas que van desde el mítico 'Papá, cuéntame otra vez', que abría su primer álbum, hasta 'Estaré ahí', que cerraba el último y dedicó a su hijo. EFE
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