Valladolid, 15 oct (EFE).- Bosquejos en una libreta, esquemas mentales trazados en el reverso de un folio o aquel libro que llamó a la inspiración son algunos de los objetos expuestos en 'Huellas y fugas', una composición que muestra las tripas de las películas españolas que participarán, a partir de este viernes, en la 69 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
La sala de exposiciones de San Benito de Valladolid es el espacio que el festival ha seleccionado para acoger estas pequeñas pero representativas muestras de las 17 películas españolas que participan en Seminci 2024, que levanta este viernes el telón hasta el próximo 26 de octubre.
Un recorrido que tiene como objetivo mostrar al público cómo una idea, una anotación en el renglón de una vieja libreta, puede ser el germen de un proyecto creativo que culmine en una película que es seleccionada para un festival de cine internacional.
"Por eso se llama 'huellas y fugas'. Son todos esos intentos que uno tiene en la cabeza hasta que se hacen realidad, para acabar componiendo una sinfonía, que es un largometraje", ha expresado este martes en la inauguración de la exposición el director de la Seminci, José Luis Cienfuegos.
Un viejo magnetófono que sirvió para grabar los cantos revolucionarios del acervo popular durante la dictadura o un pelado y rasgado balón de fútbol junto a un viejo patinete desgastado con las ruedas melladas son algunos de los objetos que condensan la esencia de obras como 'La marsellesa de los borrachos', de Pablo Gil, o 'Rita', de Paz Vega, que se proyectarán en esta Semici.
Comisionado por el propio director del festival y por el artista visual Ramón Isidoro, 'Huellas y fugas' nace en esta edición con el ánimo de dar a conocer "la vasta labor de producción, documentación, búsqueda y esfuerzo creativo y técnico necesarios para hacer realidad las películas españolas seleccionadas, y con la ambición de convertirse en una cita recurrente a partir de esta edición", ha destacado el propio festival.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el 3 de noviembre, reúne también documentos, vestuario, fotografías y elementos utilizados en el rodaje de las películas, como la impresión digital del cuadro 'Un mundo', pintado por la vallisoletana Ángeles Santos en 1919, y exhibido actualmente en el Museo Reina Sofía y que es núcleo central de la obra 'La mitad de Ana', de Marta Nieto.
Los objetos relacionados con el documental Waldo, de Charlie Arnaiz y Alberto Ortega, son fundamentales en la narrativa de la película e ilustran la trayectoria y el impacto cultural del músico en los años 60 y 70.
Asimismo, entre los objetos incluidos destacan los vestidos deslumbrantes de fiesta lucidos por Ángela Molina y los bailarines de La Veronal en la película 'Polvo serán', de Carlos Marques-Marcet.
Al igual que el mural procedente del rodaje de 'Hija del volcán', de Jenifer de la Rosa, que fue crucial para la creación de su identidad por parte de la directora en su búsqueda de coherencia en el relato de su nacimiento y adopción.EFE
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