Córdoba, 15 oct (EFE).- El Arcángel, vestido para la ocasión, recibía el primer partido oficial de la selección española en territorio cordobés y los jugadores de 'La Roja' fueron liderados por un Morata ovacionado en repetidas ocasiones.
Córdoba guarda un cariño especial a Morata, después de que, en 2013, en un duelo entre el Real Madrid Castilla y el Córdoba CF, con el delantero madrileño en las filas merengues, pidiese perdón a la afición andaluza tras anotar un gol, recalcando posteriormente que guarda un grato recuerdo de la ciudad ya que, por motivos familiares, ha pasado prolongadas estancias en ella.
El gol anotado contra Serbia no fue más que el brindis perfecto ofrecido por Morata para una afición cordobesa rendida hacia él desde el primer minuto, ovacionándolo tras cada acción, incluso después de fallar el penalti.
Los 20.345 aficionados que acudieron a El Arcángel disfrutaron la abultada victoria firmada por los de Luis de la Fuente y gozaron de cada minuto de partido, animando al combinado nacional bajo los usuales cánticos y algunos menos habituales, puesto que también sonó, entonado por la hinchada, el himno del Córdoba CF y el de Andalucía, haciendo así homenaje a la ciudad donde se disputaba el partido.
Tampoco faltaron los 'olés' entre las amplias posesiones de la selección, o la ola, seguida por todo el estadio, cuando 'La Roja' ya dominaba sin temor a un combinado serbio que gozó de pocas opciones en El Arcángel.
Y es que Córdoba estaba deseosa de disfrutar de un partido de élite como el vivido en la Liga de las Naciones, y así lo demostró con cada pase, cada gol, cada acción y cada celebración firmada por el combinado nacional, que hizo las delicias de los presentes y que cerró la cita con un tema musical ciertamente acertado para la ocasión: 'Mi gran noche'. EFE.
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