El acusado de matar a su pareja en O Birloque, en A Coruña, alega consumo de drogas: "Pido perdón"

El juicio en A Coruña revela alegaciones de consumo de drogas por parte del acusado del asesinato de su pareja; la Fiscalía sostiene que actuó con alevosía y sin arrepentimiento

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El acusado de matar a su pareja en el barrio coruñés de O Birloque, en septiembre de 2021 tras querer ella romper la relación, con una convivencia previa desde julio, ha alegado, entre lágrimas y temblores, consumo de drogas y alcohol el día de los hechos.

"Pido perdón", ha dicho en la primera sesión del juicio, en la Audiencia Provincial de A Coruña. A preguntas de su letrado -- solo contestó a esta parte -- ha manifestado recordar únicamente "el charco", en alusión a la sangre de la víctima. Además, ha afirmado que cogió el cuchillo con el que presuntamente mató a la mujer porque quería quitarse "del medio".

Durante su declaración, el procesado ha relatado que "con 13 años" comenzó a trabajar en la panadería que regentaba la familia de la víctima. Tras volver a Canarias, a donde se fue con 25 años, fue cuando comenzó la relación con la mujer.

Además, ha apuntado problemas con las drogas "desde pequeño", dos intentos de suicidio y haber estado ingresado en centros de psiquiatría. Respecto al día de los hechos, ha reconocido haber consumido varios tipos de sustancias. "Cogí el dinero y me fui a beber por ahí, tomaba una pastilla, chupaba fentanilo y así", ha dicho.

PETICIONES DE CONDENA

Ha sido tras exponer las partes personadas, Fiscalía, acusación particular y defensa, los argumentos para su petición, en los dos primeros casos, de condena a 25 años de cárcel por asesinato, y de solicitud de calificación de homicidio por parte del abogado del hombre. Esta parte sostiene que tenía sus capacidades volitivas y cognitivas afectadas, lo que rechazan las anteriores.

"En el momento de los hechos, tenía las facultades seriamente mermadas", ha alegado la defensa al aludir a "dolencias y enfermedades mentales diagnosticadas" y al consumo de "drogas duras desde la adolescencia".

Estas circunstancias, según ha argumentado el letrado, llevaron al acusado a tener una "pulsión irrefrenable". "Un arrebato que dura segundos y que no es capaz de controlar", ha concretado.

Ante el jurado, la fiscal ha asegurado que como agravantes hay "como mínimo" alevosía, parentesco y de género. Además, ha incidido en ausencia de "colaboración", algo que remarcó también la acusación particular, quien aludió a falta de arrepentimiento.

HECHOS

En relación a los hechos, las acusaciones sostienen que con un cuchillo le asestó varias puñaladas, alguna por la espalda, "de forma sorpresiva y repentina" cuando ella le comunicó que quería romper la relación y que abandonase el piso. Para huir, el hombre, sostienen, se apoderó de dinero de la víctima.

El acusado, de 51 años en el momento de los hechos, y la mujer, de 55 años, convivían como pareja desde julio de 2021 en un piso propiedad de ella. Fiscalía sostiene que entre la tarde del 14 de septiembre y la madrugada del día siguiente mantuvieron una discusión, motivada por la decisión de la víctima de acabar la relación sentimental y en la que le pidió que se marchase de casa.

También argumenta que, tras ello, "de forma sorpresiva y repentina y por la espalda", el procesado -- detenido en Madrid el día 16 -- "le asestó un número no determinado de puñaladas" que le ocasionaron la muerte a la mujer, apoderándose de dinero de ella para huir.

Para Fiscalía, el hombre no aceptó la ruptura, "despreciando la voluntad de la mujer de poner fin a la relación, y decidió acabar con la vida" de ella con un cuchillo con el que le dio "mínimo dos" puñaladas en la espalda, además de recibir en otra zona del cuerpo "un mínimo de cinco".

Ante el jurado, el Ministerio Público ha incidido, para explicar los motivos de su petición de pena, en que como agravantes hay "como mínimo" de alevosía, parentesco y de género. "No llamó a la Policía, ni mostró arrepentimiento, huyó para evitar ser descubierto y no colaboró".

A su vez, la acusación particular ha recalcado que "no hubo arrepentimiento". "Cuando fue detenido no hubo colaboración", ha añadido para alegar que los hechos son asesinato y no homicidio. También ha atribuido al hombre un "perfil controlador". "El ataque -- ha añadido -- fue de manera imprevista, no hay pruebas de que pudiera defenderse ni de lucha".

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