Madrid, 14 oct (EFE).- En 2023 perdieron la vida en las carreteras españolas 1.806 personas y otras 9.265 resultaron heridas graves, con un aumento significativo en el número de motoristas fallecidos y la cifra de siniestros que se producen dentro de las ciudades, que aumentaron un 10 % respecto a 2022.
Esta es la radiografía de la siniestralidad vial presentada este lunes por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en el Pleno del Consejo Superior de Tráfico y Seguridad Vial, que ha reunido a más de 80 representantes de organizaciones vinculadas con la seguridad vial.
De este balance, que incluye los datos de fallecidos en un accidente de tráfico o durante los 30 días posteriores, el ministro ha destacado los 455 motoristas fallecidos, 42 más que en 2022.
Además, las cifras reflejan un aumento del 10 % en el porcentaje de muertos en vías urbanas también respecto al año anterior.
La cifra total de víctimas mortales, 1.806, supone un incremento del 3 % respecto de 2022, mientras que en el caso de los heridos graves el aumento es del 9 %. Subidas que, según Interior, también tiene que ver con el alza (del 2 %) de los desplazamientos de largo recorrido.
Marlaska ha lamentado que los registrados en 2023 son "muchos", "demasiados" siniestros, que se pueden evitar, por lo que su departamento seguirá trabajando para "frenar esta sangría de siniestros con sus dramáticas consecuencias".
En comparación con otros países europeos, estos datos sitúan a España como el noveno país con menor tasa de personas fallecidas por millón de habitantes, 38.
Ha sido el director del Observatorio de Seguridad Vial de la DGT, Álvaro Gómez, quien ha explicado las características más importantes de la siniestralidad del pasado año, entre ellas que más de la mitad (el 52 por ciento) de los fallecidos eran usuarios vulnerables -motoristas, peatones y ciclistas-.
Siete de cada diez muertos perdieron la vida en vías interurbanas, con un aumento del 1 %, frente al 10 % de subida en las urbanas, donde el 80 % de los fallecidos eran usuarios vulnerables.
Según el tipo de siniestro, el 36 por ciento de los fallecidos perdieron la vida en salidas de la vía, un porcentaje similar al de 2022, mientras que aumentó un 3 por ciento los atropellos a peatón, que suponen el 18 por ciento del total.
La conducción distraída sigue siendo el principal factor concurrente de los siniestros mortales, con el 30 por ciento del total; por delante del alcohol, con el 26 %, y la velocidad (21%).
El mayor número de fallecidos se encuentra en el grupo entre los 35 y 64 años (862), 31 más que en 2022; y aumenta sobre todo el tramo comprendido entre los 45 y 50 años, un 10 %.
En cambio, disminuyen un 1 por ciento los fallecidos mayores de 65 años, y los hombres siguen siendo las víctimas mortales más numerosas con el 78 por ciento del total, un 5 por ciento más que en 2022.
Pese a que en 2023 disminuyó la cifra de fallecidos que no hacían uso de los elementos de seguridad -cinturón, casco o 'sillitas'-, aún representan el 18 por ciento del total de muertos, con 217 (174 en vías interurbanas y 43 en vías urbanas). EFE