Mal reciclaje de residuos electrónicos y eléctricos causa pérdidas de 38.000 millones

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Madrid, 14 oct (EFE).- “Más allá de sus efectos contaminantes”, el mal reciclaje de los residuos electrónicos y eléctricos (RAEE) ocasiona pérdidas de recursos por valor de unos 38.000 millones de euros, “una cifra igual al PIB de Estonia”, ha asegurado a EFE el director de comunicación de la Fundación Ecolec, Ramón Serrano.

Serrano ha insistido en la importancia de centrarse en "la pérdida de recursos" porque no se hace "un correcto reciclaje”, según demuestran datos de la ONU que apuntan a una gestión deficiente de estos materiales y que resultan relevantes en una jornada como la de este lunes, Día Internacional de los Residuos Electrónicos

Estos informes aseguran que, a nivel mundial, únicamente el 22 % de los RAEE se recupera de manera correcta, en un contexto en el que la producción de basura electrónica crece a una velocidad cinco veces mayor al de su reciclaje.

Según la información que maneja Serrano, “existen unos mil millones de kilos de aparatos electrónicos y eléctricos en el mercado” mundial en este momento, que contienen minerales "altamente valiosos y recuperables" como el cobre y el hierro e incluso metales preciosos como el oro. Todos ellos recuperables con una gestión eficiente.

Estos aparatos también contienen tierras raras, minerales necesarios en “casi todo tipo de tecnología" y que en la actualidad han cobrado mayor importancia para la Unión Europea dado su potencial para la transición ecológica.

La reutilización y el reacondicionamiento de los RAEE evitaría la extracción innecesaria de unos 900 millones de toneladas de minerales nuevos, utilizados para producir nueva tecnología, así como la liberación a la atmósfera de 93.000 millones de kilos de CO2.

 

La situación en España también es mejorable pues, a pesar de las “duras restricciones impuestas por la legislación española y europea”, lo cierto es que la tasa de recogida de RAEE “ni siquiera alcanza el 46 %”, lejos del 65 % establecido por la legislación europea desde 2015.

Serrano lo achaca a una "falta de ambición de las administraciones" y “a la pereza de los consumidores" a la hora de reciclar, ya que “los fabricantes europeos cumplen y minimizan el uso de elementos contaminantes y la emisión de gases de efecto invernadero en los aparatos electrónicos”.

Lo cierto es que unas 14 millones de toneladas acaban en las basuras domésticas en todo el mundo, el equivalente al peso de unos 24.000 grandes aviones de pasajeros, de acuerdo con los datos aportados en el Foro de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos celebrado este mismo mes de octubre.

“Si cuando se nos estropea un secador de pelo, en vez de llevarlo a un punto limpio lo metemos en la bolsa de basura orgánica, frustramos todo el proceso de reciclado del aparato”, ha advertido Serrano, enfatizando los derechos y también las obligaciones de los usuarios en el momento de adquirir un aparato electrónico.

“En el momento de la compra, en tienda física u 'online', tenemos el derecho a que nos recojan de forma gratuita el producto que sustituimos” recordó, incidiendo en la existencia de más de 1.900 puntos limpios en España, entre instalaciones fijas y móviles.

A “la falta de hábito” de reciclaje de los consumidores también se une un “efecto tesoro”, ha añadido, por el que cada hogar español acumula de media entre diez y doce aparatos electrónicos “inservibles”, solo por “vínculos emocionales”.

Esto supone que "los recursos que contienen estos aparatos no se aprovechen” ni se reintroduzcan en el mercado. EFE

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