Lisboa, 14 oct (EFECOM).- Los magistrados que van a juzgar el colapso del Banco Espírito Santo (BES) luso rechazaron este lunes, a menos de 24 horas del inicio del juicio, suspender, archivar o extinguir el proceso contra el expresidente de la entidad Ricardo Salgado debido a que sufre de Alzheimer, como había solicitado la defensa.
En una resolución, citada por medios locales, la magistrada que lidera el colectivo de jueces del caso, Helena Susano, señaló que ninguna ley respalda que las aptitudes mentales del acusado sean un motivo para poner fin al proceso en su contra.
Los abogados de Salgado, de 80 años, habían argumentado que el expresidente del BES, el principal acusado del proceso, no tenía derecho a una defensa capaz debido a que sufre de Alzheimer, como recoge un informe médico-legal independiente.
El juicio del caso BES arranca este martes con 18 personas y siete empresas acusadas de más de 300 delitos y unos 700 ciudadanos llamados para testificar.
Salgado, que presidió el BES entre 1991 y 2014, año que el banco colapsó, estaba acusado inicialmente de 65 delitos como asociación criminal, corrupción activa, falsificación de documentos, malversación y lavado de dinero, aunque será procesado por 62 debido a la prescripción de tres de los cargos.
Entre el resto de acusados figuran el que fuera contable del Grupo Espirito Santo Francisco Machado da Cruz, los exadministradores del BES Almícar Morais Pires y Manuel Fernando Espírito Santo, la exdirectora del Departamento Financiero de la entidad Isabel Almeida y António Soares, exdirector de Novo Banco, que sustituyó al BES.
El juicio, que se realizará en el Campus de la Justicia de Lisboa, llega diez años después del colapso del que era el principal banco privado de Portugal.
El BES fue intervenido en agosto de 2014 después de registrar pérdidas multimillonarias y de que se detectaran irregularidades en sus cuentas.
El banco fue utilizado para tapar la crítica situación financiera del Grupo Espírito Santo -que incluía diferentes actividades de negocio, desde seguros a agricultura y turismo, pasando por el sector financiero- y acabó por ser arrastrado por la caída de este conglomerado empresarial.
El mismo día de su intervención el Banco de Portugal dividió la entidad en el BES 'malo', con los activos considerados tóxicos, y el BES 'bueno', denominado Novobanco, que serviría para proteger los depósitos. EFECOM