Javier Herrero.
Madrid, 14 oct (EFE).- La salida anunciada este lunes de Leire Martínez como vocalista de La Oreja de Van Gogh al no lograr "acercar las diferentes maneras de vivir el grupo" deja más preguntas que certezas sobre la continuidad de la formación que, en sus casi 30 años, ya había logrado una vez superar ese dramático reto.
"Después de 17 años maravillosos repletos de música y emociones que jamás olvidaremos, queremos anunciar que las trayectorias profesionales de Leire y La Oreja de Van Gogh seguirán caminos separados", arranca el comunicado publicado en el perfil oficial de la banda en X.
Se trata de unas pocas líneas que trasladan, en principio, una "decisión dura y difícil, después de mucho tiempo de reflexión y profundas conversaciones", y que, a falta de declaraciones personales de la cantante, parece convenida por ambas partes y traslada el ánimo de LOVG de continuar su andadura.
Ya en 2007 hubo de enfrentarse a esta dura situación, cuando en noviembre de ese año lanzaron otro comunicado similar a cuenta de la marcha de su hasta entonces cantante, Amaia Montero, ante el deseo de esta de iniciar una trayectoria en solitario que, hasta 'Nacidos para creer' (2018), ha dado cuatro discos.
"Es una decisión que me produce tanta ilusión como miedo. He escuchado muchas tonterías sobre la relación que tengo con los chicos de LOVG y solo puedo decir que en estos últimos años he convivido más con ellos que con nadie y que los quiero como a hermanos", escribió Montero en el comunicado que lanzó personalmente cuando se hizo pública su decisión.
Aunque de puertas para afuera se quisiera trasladar que aquella ruptura no había sido traumática, lo cierto es que, incluso ya reconducidas las carreras de ambas partes, era fácil ver en reuniones musicales más privadas que ni ellos hacían por encontrarse.
La Oreja de Van Gogh había encontrado en Martínez a una sustituta que no solo había ganado cierta fama unos meses antes merced al concurso 'Factor X', sino que además tenía un timbre tan similar al de su antecesora que podía mantener la personalidad del grupo en futuros discos y asumir sin problemas el viejo repertorio, que acabó siendo el más icónico.
La Oreja de Van Gogh saltó en 1998 al éxito con su primer álbum, 'Dile al sol'. La fórmula de melodías amables y pegadizas, con letras más o menos cotidianas, sobre todo de corte romántico, funcionó y los convirtió en el grupo español de mayor éxito comercial del siglo XXI.
En paralelo, Montero también ganó cada vez más popularidad, algo que se hizo muy evidente en sus colaboraciones fuera del grupo, véase con 'Sin miedo a nada' ya en 2002 junto a Álex Ubago o cuando fue llamada por el mismísimo Miguel Bosé para participar junto a un sinfín de estrellas en su exitoso 'Papito', publicado en marzo de ese aciago 2007.
Aún tras su salida y pese a que también participaba en la composición, La Oreja de Van Gogh logró mantener su personalidad junto a Leire Martínez y, pese a ir menguando el tirón comercial, juntos publicaron otros cuatro discos de estudio, con temáticas cada vez más maduras como la enfermedad, el 11-M o las crisis de las parejas de largo recorrido.
Montero logró igualmente buenas cifras de ventas, sobre todo al inicio de su carrera en solitario, pero estas también fueron moderándose y las canciones cedieron cada vez más protagonismo social a los vaivenes de su autora, que hasta en tres ocasiones sugirió o anunció su retirada de la música, harta de la presión.
De manera pública tuvo sus rifirrafes con Malú (el célebre "Me ha llamado gorda y punto") y llegó a criticar a Leire Martínez por firmar a los seguidores de La Oreja de Van Gogh discos de la etapa en la que era ella la vocalista del grupo.
En 2022, cuando se suponía que andaba en los preparativos de su quinto disco, se declaró "destruida" en redes sociales e inició un largo proceso de recuperación personal.
Desde hacía años su relación con el resto de La Oreja de Van Gogh parecía haberse reencauzado y este año una información periodística erróneamente afirmó que preparaba una espectacular reaparición junto a su exbanda. Esta se produjo en realidad en uno de los cuatro conciertos que este verano ofreció Karol G en Madrid.
Aún así, el rumor de su vuelta con LOVG se mantuvo vigente, lo que molestó visiblemente a Martínez. "No me afecta que se diga que Amaia vuelve al grupo, lo que no me gusta es que se me ningunee", dijo en septiembre en una entrevista. "Parece que a todo el mundo se le olvida que hay una cantante en el grupo y me resulta feo ver que parece que no importa nada", insistió.
Apenas un mes después llega el comunicado con su salida del grupo, justo cuando, según avanzó el guitarrista Pablo Benegas a EFE, LOVG se planteaba darle en 2025 continuidad a su último álbum, 'Un susurro en la tormenta' (2020), y a solo dos años de alcanzar 30 años de existencia. EFE