Alicante, 13 oct (EFE).- Medio centenar de expertos de universidades y de centros de investigación de diferentes campos han analizado en el libro "Cambio Climático en España" la situación actual y las proyecciones de futuro de este proceso, con recomendaciones a las administraciones y a la sociedad en general.
Editado por Tirant lo Blanc y con prólogo de la presidenta de la Agencia Estatal de Meteorología, María José Rallo, se trata de la monografía más completa y actualizada sobre la situación de este proceso en España, coordinada por los profesores y catedráticos de Geografía Roberto Serrano (Universidad de Zaragoza), Jorge Olcina (U.Alicante) y Javier Martín Vide (U.Barcelona).
A lo largo de 27 capítulos repartidos en 800 páginas, se aborda el proceso actual de cambio climático como una evidencia científica, también en España, que desde 2010 está acelerado con unos efectos manifiestos en las temperaturas y últimamente en las lluvias.
Los autores consideran que la acción del ser humano es determinante tanto en el origen del cambio climático actual como en la amplificación de sus efectos y que se está ante un proceso incipiente que irá agravándose en las próximas décadas de forma preocupante si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo y en nuestro país.
Se pone de relieve que en España ya hay tres procesos evidentes de cambio climático, como son la pérdida de confort térmico por exceso de calor, especialmente en verano con “olas de calor” cada vez más intensas y frecuentes y con temperaturas mínimas cada vez más elevadas (“noches tropicales”).
También por las precipitaciones cada vez más irregulares y que muestran una tendencia decreciente en la mitad sur peninsular así como por la presencia de más eventos extremos (lluvias intensas, temporales, sequías intensas) que hace dos décadas.
En España, además, hay un efecto regional del cambio climático y es el calentamiento que está experimentando el agua del mar que rodea la península Ibérica y ambos archipiélagos, sobre todo del mar Mediterráneo.
Para paliar los efectos del cambio climático los autores abogan por activar políticas y medidas en cuatro planificaciones básicas, como son la 'urbana y territorial' para que las ciudades y los territorios se diseñen más verdes, con más fuentes y la aplicación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), que no se está cumpliendo, y la 'hidrológica', con el fin de planificar desde la gestión de la demanda y no desde la oferta continuada de recursos, con menos protagonismo para los trasvases y el impulso de aguas depuradas y regeneradas. Y con la desalinización como complemento.
Del mismo modo, defienden una planificación 'económica', con dos actividades que deben adaptarse con urgencia: el turismo y la agricultura para adaptar calendarios de temporadas altas y de recolección agraria, que están cambiando, así como para mejorar las instalaciones hoteleras y de apartamentos hacia la sostenibilidad y alcanzar regadíos eficientes y especies agrícolas adaptadas a las nuevas condiciones climáticas.
La cuarta planificación es de 'emergencias' para adaptarse a la nueva realidad climática ya que los calendarios de peligrosidad también deben adaptarse y los hospitales deben prepararse en verano para los efectos del calor.
A este respecto, los autores consideran que no tiene sentido la reducción de plantillas de los servicios de emergencias en verano sino, muy al contrario, que será necesario reforzarlas por los episodios meteorológicos extremos (olas de calor, especialmente).
El libro defiende incluir enseñanzas sobre cambio climático en el sistema de enseñanza desde la Educación Primaria y hasta la Universidad, espacio éste último donde deben implantarse asignaturas transversales a todas las titulaciones sobre cambio climático y su impacto.
"Cambio Climático en España" recomienda que la comunicación de este fenómeno evite "alarmismos innecesarios" ya que el problema es "lo suficientemente grave" como para tener que informar con imágenes llamativas o titulares exagerados.
Las políticas de cambio climático en Europa, España o las comunidades autónomas y municipios "no tienen marcha atrás" y, si no se actúa ya de forma contundente, habrá "efectos muy negativos en la economía, la sociedad y el medio ambiente". "Por eso, no hay resquicio para el negacionismo. El cambio climático es una evidencia científica demostrada que obliga a actuar con urgencia", advierten los autores del volumen. EFE