Barcelona, 11 oct (EFE).- El coreógrafo Marcos Morau pondrá en movimiento en el Gran Teatre del Liceu, entre el 12 y el 17 de octubre, las imágenes del fotógrafo colombiano Ruven Afanador gracias a una treintena de bailarines del Ballet Nacional de España y el espectáculo 'Afanador', estrenado en Sevilla en diciembre de 2023.
Con esta obra, que fusiona diferentes disciplinas artísticas y revive las sesiones fotográficas que culminaron con los libros de Afanador, 'Mil Besos' y 'Ángel Gitano', inicia el coso de la Rambla su temporada de danza, con especial atención al público más joven, con una de las seis funciones,'Under 35', mañana sábado, que casi ha agotado entradas.
El director general del Liceu, Valentí Oviedo, acompañado por la directora general de Comercio de la Generalitat, Marta Angerri, y de Morau y el director del Ballet Nacional de España (BNE), Rubén Olmo, ha presentado hoy viernes en rueda de prensa este trabajo, que también tendrá su peso en la 080 Barcelona Fashion, puesto que coincidirá con su inicio.
Rubén Olmo ha rememorado la gestación de 'Afanador', después de una conversación con Morau y de entender que el BNE podría ir más allá de la danza española y del flamenco y confiar plenamente en el creador de La Veronal. "Fue un proceso muy duro, pero el resultado es muy enriquecedor", ha agregado.
"Le dije que tenía carta blanca para presentarme lo que viera para el Ballet Nacional de España y vino con el proyecto de 'Afanador'. No he visto antes muchas obras inspiradas en un fotógrafo internacional. Además, de una sesión de fotos en la que participé y que fue maravillosa. Ahí se unieron nuestras almas y Ruven también está encantado", ha subrayado Olmo.
Morau no ha negado que preparar este montaje fue un reto, entre otras cuestiones, porque él nunca había trabajado con el flamenco y la danza española, pero el "encuentro y la comunión con ellos y mi equipo fue progresiva, intensa, increíble".
"Cualquier creador y, ahora acabo de cumplir 42 años, -ha descubierto- en un momento de su carrera que necesita ponerse un traje, una mirada, unas gafas nuevas para hacer lo que ya sabes de otra manera".
Ha trabajado codo con codo con Olmo, de quien desconocía que había participado en las sesiones de fotos de Afanador en Sevilla, y también gracias a él pudo conectar por primera vez por zoom con el fotógrafo, establecido en Nueva York.
"Me dio carta blanca. Cuando un creador se enfrenta a la libertad, a la hoja en blanco y al haz lo que quieras es cuando mejor sabe resolver esta incertidumbre. Un privilegio y también una responsabilidad, pero yo me he sentido acompañado por todos", ha indicado Marcos Morau.
Por otra parte, el coreógrafo ha dado a conocer que él se formó en fotografía y, aunque aparentemente, son disciplinas muy alejadas, cree que "tienen mucho en común".
Ruven Afanador le explicó que él fatiga y cansa a los intérpretes antes de apretar el disparador, con lo que muchas imágenes suyas denotan movimiento.
Morau encontró en ello "un filón muy fuerte del que tirar" y la obra, de hecho, supone dar "continuidad" a las fotografías del colombiano.
"Él parte de la fotografía y con la danza lo que hacemos es convertirla casi en cine", ha precisado.
La música, que mezcla electrónica, minera, seguiriya y cantos de trilla, acompaña el baile de los intérpretes "evocando el alma de las instantáneas de Ruven Afanador en blanco y negro".
Tanto Olmo como Morau han coincidido en que la danza española y el flamenco estaban más encorsetados que otras disciplinas y con obras como 'Afanador' se ofrece una nueva mirada.
Olmo ha aseverado que existe el miedo de los puristas a enfrentarse a lo nuevo, pero a su juicio "es la única manera de avanzar". EFE