El vicepresidente y secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ha calificado de "malas interpretaciones" las críticas vertidas por Rocío Monasterio al dimitir, cuando acusó a la Ejecutiva del partido de "nombrar a dedo" a la dirección en Madrid.
Monasterio anunció su dimisión el jueves, tras ser relevada como líder de Vox en Madrid por el actual portavoz nacional de la formación, José Antonio Fúster. La dirección de Vox, no obstante, no la apartó como portavoz en la Asamblea de Madrid.
La exlíder de Vox en Madrid se marchó criticando a la Ejecutiva de su partido por "nombrar a dedo" a la próxima dirección provincial. En esta línea, afirmó que Vox Madrid era "el único" Comité Ejecutivo Provincial que quedaba en España "votado y elegido por todos sus afiliados". "Y estos afiliados componen el grupo más numeroso de todo Vox", advirtió.
En declaraciones a los medios, Garriga ha evitado valorar las críticas emitidas por Monasterio y se ha limitado a afirmar que se trata de "malas interpretaciones de las decisiones que se toman en el partido".
El secretario general ha lamentado la marcha de Monasterio y ha subrayado que la dirección de Vox había depositado "toda la confianza" en ella para que mantuviera la Portavocía en la Asamblea de Madrid porque su labor allí era "excepcional". "Es una gran pérdida", ha recalcado, antes de agradecerle su "magnífico trabajo" durante estos años.