Redacción Medioambiente, 10 oct (EFECOM).- La mayoría de planteamientos para la captura y almacenamiento de carbono (CAC) previstas en Europa son "demasiado caras" y podrían suponer un desembolso de 140.000 millones de euros de subvenciones públicas para apoyar la construcción y explotación de proyectos, según un estudio del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA).
El documento plantea los grandes retos técnicos, comerciales y legislativos que afronta Europa para la descarbonización y apostar por la CAC, con el fin de reducir emisiones y alcanzar el objetivo de cero emisiones netas, como recoge el Pacto Verde Europeo para 2050.
En Europa, según el IEEFA, existen pocos o ningún proyecto en marcha de CAC, se carece de legislación o normas que respalden esta actividad y las soluciones existentes "son demasiado caras para funcionar de forma comercial y no están preparados para su implantación".
El IEEFA apunta a la "falta de madurez técnica de la CAC y a problemas que han afectado a los proyectos operativos", por ello advierte de que "la tecnología no es una solución viable", debido a su coste alto y prohibitivo, que puede mantenerse o aumentar a corto plazo.
Con esas premisas, el IEEFA calcula que el coste total de los proyectos de CAC previstos en Europa ascenderá a 520.000 millones de euros, de los que 140.000 millones se necesitarán en forma de subvenciones.
Este monto podría beneficiarse de los incentivos financieros en forma de pagos reducidos del régimen de comercio de derechos de emisión que cubriría "unas tres cuartas partes de los costes de los proyectos, pero el resto deberán asumir los gobiernos".
La analista de finanzas energéticas de IEEFA y autor del informe, Andrew Reid, subraya que "confiar en la CAC como solución climática obligará a los gobiernos europeos a introducir subvenciones exorbitantes para apuntalar una tecnología que tiene un historial de fracasos".
Según el IEEFA, Europa cuenta con algo menos de 200 proyectos de CAC previstos para múltiples sectores intensivos en emisiones y se prevé que "más del 90 % de las emisiones de estas instalaciones procedan de sectores en los que la tecnología se encuentra en fase de prototipo o demostración".
En opinión de Reid, "como demuestra el reducido número de proyectos operativos, es probable que la CAC no funcione como se espera y tardará más de lo previsto en implantarse de lo previsto".
El informe apunta que los plazos propuestos para el desarrollo de los proyectos europeos de CAC "son demasiado optimistas", y señala que "unos 90 tendrán que estar operativos en 2030 en toda la Unión Europea y el Reino Unido", para que ambos cumplan con los objetivos de captura de carbono.
Sin embargo, asegura que "en la actualidad hay tres proyectos de CAC operativos en la UE y ninguno en el Reino Unido".
"Si se duplican los objetivos poco realistas, se corre el riesgo de que sea demasiado tarde para reducir las emisiones a través de medidas alternativas cuando se compruebe que la contribución de la CAC a la reducción neta a cero probablemente fracasará", afirma Reid.
Según el autor del informe, los responsables políticos "deberían empezar a trabajar urgentemente para poner en marcha soluciones más prácticas".
El informe destaca asimismo, los retos que plantea el establecimiento de modelos comerciales, normas y legislación para proyectos de CAC de ciclo completo que capturen dióxido de carbono de diversas instalaciones industriales y el transporte a un puerto o gasoducto para inyectarlo y almacenarlo en el subsuelo. EFECOM