Los bebés íberos inhumados en casa murieron por causa natural y no por prácticas rituales

Estudio de la UAB revela que los bebés íberos hallados en contextos domésticos, provenientes de cinco yacimientos arqueológicos de Cataluña, fallecieron por causas naturales, como complicaciones en el parto y prematuridad

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Barcelona, 9 oct (EFE).- Los bebés de la cultura íbera (VIII-I a. C.) inhumados en contextos domésticos murieron por causas naturales, como complicaciones en el parto o prematuridad, y no por prácticas rituales, concluye un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en colaboración con la UVic-UCC y el Sincrotrón ALBA.

En el estudio, los investigadores han analizado los dientes de los esqueletos de 45 niños aplicando una metodología innovadora de microscopia óptica y micro fluorescencia con luz de sincrotrón para estudiar la línea neonatal dental y con la que han identificado con precisión tanto el momento del nacimiento como el de la muerte.

Los investigadores han analizado esqueletos de bebés de cinco yacimientos arqueológicos de época íbera en Cataluña: Camp de les Lloses (Osona), Olèrdola (Alt Penedès), Puig de San Andreu e Illa d’en Reixac (Baix Empordà) y la Fortaleza de Els Vilars d’ Arbeca (Lleida).

Publicado en la revista Journal of Archaeological Science, el análisis aporta "evidencias muy precisas a favor de la hipótesis de que estos recién nacidos enterrados en contextos domésticos murieron principalmente por causas naturales y que, por lo tanto, son un reflejo de la elevada mortalidad infantil durante el primer año de vida en el periodo estudiado", ha indicado la UAB.

La metodología innovadora utilizada en el estudio está basada en el análisis histológico y elemental (tejido y composición química) de los dientes deciduos o temporales (dientes de leche) presentes en los esqueletos de los bebés.

El estudio ha permitido visualizar mediante microscopia óptica las líneas de crecimiento de la corona dental que se generan al formarse los dientes durante la vida intrauterina y hasta poco después del nacimiento, e identificar así la presencia de la línea neonatal que se produce en el momento de nacer.

De esta manera, se ha podido identificar el momento del nacimiento de los individuos y su supervivencia, así como determinar con mucha precisión la edad cronológica en el momento de la muerte.

La investigación concluye que casi la mitad de los 45 bebés estudiados murieron durante el periodo perinatal, concretamente entre la semana 27 de gestación y la primera semana de vida.

Así mismo, determina que la gran mayoría de las muertes perinatales fueron por no haber sobrevivido a darles a luz y que muchos de los bebés fallecieron debido a nacimientos prematuros.

"Estos datos refuerzan la hipótesis de que la mayoría de muertes perinatales fueron causadas por factores naturales, como complicaciones en el parto o problemas de salud asociados a la prematuridad, y no por prácticas culturales como infanticidios o sacrificios rituales, como algunas hipótesis habían sugerido", ha señalado el profesor de la Unidad de Antropología Biológica del Departamento de Biología Animal, de Biología Vegetal y de Ecología de la UAB Xavier Jordana.

Los investigadores han observado también que de la veintena de bebés que sobrevivieron más allá de la primera semana de vida, el más longevo solo llegó a los 67 días.

La investigadora de la UAB y coautora del estudio Assumpció Malgosa ha indicado que "en los yacimientos estudiados no se ha identificado ningún entierro de un bebé más allá de los dos meses de vida", lo que "hace pensar que probablemente podría obedecer a una práctica cultural, que sería la de enterrar en los espacios domésticos a los bebés que morían en las etapas más tempranas". EFE

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