Santander, 9 oct (EFE).- La borrasca Kirk ha dejado este miércoles en Cantabria más de 300 incidencias, ninguna grave, pero sí ha provocado el desvío de vuelos que tenían que aterrizar en el aeropuerto Seve Ballesteros, afecciones al ferrocarril y la suspensión de las consultas en el hospital Tres Mares de Reinosa.
La región, que ha estado en alerta hasta las 20.00 horas, ha registrado en sus cotas altas los vientos más fuertes de España, con velocidades máximas de 148 kilómetros por hora en Picos de Europa y rachas de 205 kilómetros por hora.
Sin embargo, las incidencias más graves se han vivido en el centro de la comunidad autónoma, la zona oriental y el sur, concentrándose menos incidentes en la comarca de Liébana y en la costa occidental.
En algunas localidades, los ayuntamientos han decretado, como precaución, el cierre de espacios públicos para evitar posibles incidentes.
Los Servicios de Emergencias de Cantabria han recibido más de 600 llamadas y han atendido 306 incidencias, la mayoría por caída de árboles y ramas, desperfectos en el mobiliario urbano, las señales o algunas infraestructuras y naves, que han sufrido el desprendimiento de chapas de naves.
Eso es lo que ha ocurrido en la fachada del área de consultas del Hospital Tres Mares de Reinosa, que ha suspendido las visitas programadas como precaución, para evitar que los ciudadanos tuviesen que salir a la calle ante el peligro que provocaba el fuerte viento, según ha explicado su directora, Yolanda Montenegro. El resto del hospital funciona con normalidad
El aeropuerto Santander-Seve Ballesteros se ha visto obligado a desviar los siete primeros vuelos de la jornada, mientras que la circulación de trenes entre Torrelavega y Guarnizo y entre Reinosa y Mataporquera se ha interrumpido por una falta de tensión en la catenaria, al igual que entre Palencia y Mataporquera por la caída de un árbol.
Esto ha hecho que los 130 pasajeros de un tren Alvia con destino Madrid hayan tenido que ser evacuados unos 200 metros para poder su viaje a Santander en autobús.
También se ha producido el desprendimiento de chapas metálicas en una superficie comercial de Reinosa que ha quedado cerrada al público por daños en su cobertura, y, en el barrio santoñés de Berria, se ha desplomado el andamio de un edificio de ocho plantas, sin que se hayan producido heridos, porque los trabajadores estaban dentro del edificio, según ha informado la Policía Local.
En Santoña también se ha caído parte del andamiaje en una fábrica ubicada en la calle González Ahedo.
Los bomberos de Torrelavaga han tenido que intervenir, además, por la caída de un árbol en una vivienda de Renedo de Piélagos, han informado desde el Ayuntamiento. EFE
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