Madrid, 9 oct (EFE).- El escritor Andrés Trapiello ha denunciado este miércoles, durante la presentación de su nueva novela, 'Me piden que regrese', que "el relato de la memoria histórica está en manos de comisarios políticos que, de manera sectaria e intervencionista, desoyen o niegan la historia e intentan reescribirla".
"Durante 40 años de franquismo los débiles han sido unos y en los 40 años de democracia han podido ser los mismos más otros", ha señalado el escritor, que ha dicho estar "siempre con los que están en condiciones de inferioridad".
"Reconozco la injusticia de uno y otro lado, las víctimas son todas iguales, lo que cambia son los victimarios, cada uno lo es a su manera", ha agregado el autor durante un desayuno de prensa en el restaurante Lhardy, un emblema histórico del Madrid que retrata en su novela.
El mismo Madrid que Trapiello reconstruyó en el ensayo histórico "Madrid 1945: La noche de los Cuatro Caminos" (2022) es el escenario de 'Me piden que regrese', su primera novela en una década, una historia de espionaje y de amor con la que busca, ha dicho, la reconciliación de "las dos Españas".
"Hoy que hablamos de un país dividido y de muros, la literatura es el terreno de la reconciliación y el reencuentro, más que la historia, la política o la sociología (...), es aquello en lo que el lector deja fuera mucho de sí mismo para encontrar entendimiento y sentimiento, conocimiento y emociones", ha señalado.
En sus diarios de hace 30 años ya hablaba de una escribir una ficción sobre "las dos Españas" que integrara lo que los libros de historia ponen en bandos diferentes. "No sé si escribiré más novelas, probablemente me queda una o ninguna, ésta es con la que estoy más conforme", ha asegurado.
'Me piden que regrese', que toma su título de unas palabras que dejó anotadas Emily Dickinson, se desarrolla en un año crucial en la historia de España, el del final de la Segunda Guerra Mundial, la derrota del nazismo y el fascismo, pero también el año en que las potencias vencedoras, principalmente Estados Unidos e Inglaterra, decidieron dar continuidad al régimen de Franco.
En ese contexto ubica Trapiello a dos personajes principales, Benjamín Cortés, un espía al servicio americano, de extracción social humilde y que representa a los vencidos en la Guerra Civil, y Sol Neville, de la alta sociedad madrileña de los vencedores.
El autor se ha adelantado a quienes le vayan a acusar de "equidistante" o de "blanquear" el franquismo con esos personajes de ficción. "En una novela ni se blanquea ni ennegrece, todo aparece con las sombras y los brillos adecuados".
Ha dicho que se considera "un autor marcado" y que hace años intentaron quitarle una medalla del Ayuntamiento de Madrid por ser "equidistante".
"Ese tipo de malentendidos han hecho mucho daño, no puede ser que haya nadie desde el poder, comisarios políticos, expidiendo certificados de fachosfera o no, eso tiene que terminar, en un país democrático y liberal como quería Chaves Nogales, eso no puede ser".
También ha recordado que, durante tres años formó parte del comisionado sobre la memoria histórica que creó la exalcaldesa Manuela Carmena en Madrid, compuesta por miembros de todas las formaciones políticas del arco municipal y que el 95 % de las decisiones se tomaron por unanimidad. EFE
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