Luxemburgo, 7 oct (EFECOM).- La Comisión Europea que seguirá liderando Ursula von der Leyen durante los próximos cinco años quiere impulsar una reforma del presupuesto comunitario a largo plazo para reducir el número de programas a sólo 27 planes nacionales, uno por país, y condicionar el pago de fondos a la adopción de reformas.
Aunque el nuevo Ejecutivo comunitario todavía no ha comenzado a andar, a la espera de que la lista de nominados a comisarios y vicepresidentes pase el examen de la Eurocámara, las autoridades europeas ya están trabajando en la simplificación del Marco Financiero Plurianual (MFP) que ha prometido Von der Leyen para las cuentas del periodo 2028-2034.
Un documento interno, al que ha tenido acceso EFE, recoge algunas de las ideas principales de esta futura reforma, que después tendrá que ser negociada entre los Estados miembros y el Parlamento Europeo en unas conversaciones que siempre son de las más complicadas del bloque.
Von der Leyen ya había avanzado sus planes presupuestarios ante el Parlamento Europeo en julio antes de ser reelegida como jefa del Ejecutivo comunitario en un discurso en el que defendió imprimir "un nuevo enfoque" a las cuentas comunitarias.
El objetivo principal de la iniciativa pasa por introducir en el presupuesto comunitario - que asciende a aproximadamente 1,2 billones de euros cada periodo de siete años - un mecanismo similar al del fondo de recuperación que condiciona el desembolso de los fondos a la adopción de reformas e inversiones.
Además, los alrededor de 530 programas que existen actualmente entre estrategias regionales o sectoriales serían sustituidos por 27 planes nacionales, uno por cada Estado miembro, que incluirán por su parte capítulos tanto temáticos (agricultura, transporte o energía, por ejemplo) como regionales.
De esta forma, el sistema de pagos estaría vinculado al cumplimiento de una lista de reformas e inversiones específicas para cada Estado miembro cuya procedencia serían las recomendaciones económicas que emite anualmente Bruselas para cada uno de ellos o sus propios planes nacionales de energía y clima, entre otros.
Este sistema, por tanto, introduciría un funcionamiento muy distinto al actual, sobre todo para el desembolso de los fondos de la Política de Cohesión y la Política Agrícola Común (PAC), que juntos representan dos tercios de todo el presupuesto de la UE.
El mayor protagonismo que esta propuesta daría a los gobiernos nacionales a través de planes nacionales supondría, en la práctica, reducir el papel de las regiones para el diseño y la ejecución de las medidas que absorben los fondos europeos.
La posibilidad de un mayor centralismo en las cuentas europeas ha hecho saltar las alarmas en las regiones del bloque y, de hecho, el presidente del Comité Europeo de las Regiones, Vasco Alves Cordeiro, mostró ayer su "rechazo inequívoco y sin paliativos" a la idea de comprimir el gasto a un único programa por país, lo cual a su juicio “suprimiría la participación de las regiones y ciudades”.
Según el reparto de carteras que ha propuesto Von der Leyen, la tarea de diseñar el borrador presupuestario para el periodo 2028-2034 correspondería al polaco Piotr Serafin, una figura muy cercana al primer ministro de su país, Donald Tusk.
La intención de Bruselas es dar el pistoletazo de salida a las negociaciones en la primavera de 2025 con la presentación de dicho plan presupuestario, aunque los planes podrían postergarse al otoño si se retrasa el inicio de la nueva Comisión. EFECOM
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